Este artículo se publicó hace 15 años.
Rato pone en cuestión el modelo de mercado
Propone reinventar la política económica y transformar las ideas
El ex vicepresidente español, Rodrigo Rato, entonó ayer un mea culpa similar al que otros líderes económicos han expresado en los últimos meses, poniendo en cuestión los pilares del sistema financiero de las últimas décadas. Rato, que fue director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante los años de mayor pujanza financiaria mundial, aseguró ayer en una esperada intervención en la Fundación Rafael del Pino en Madrid que lo que "considerábamos más eficiente a lo mejor va a dejar de existir" y urgió a una reinvención del sistema económico.
Rato, que apareció en escena con una corbata verde chillón y luciendo perilla, basó su discurso en un repaso de las ineficiencias de las tesis que hasta ahora habían sostenido a la economía mundial y se planteó la conveniencia de muchos conceptos hasta ahora asumidos. "Los mercados más libres no tienen porqué equivaler a los mercados menos regulados", sugirió. El que en su día representó la cara económica del Partido Popular reconoció que un exceso de regulación "puede ahogar el mercado" pero también asumió que éste había demostrado no ser capaz de funcionar sin normativa.
En opinión de Rato, en estos momentos se está desarrollando "el cambio de pensamiento económico más importante de los últimos treinta años y una transformación de la globalización". El actual consejero del grupo catalán Criteria reconoció que no está claro por dónde discurrirán las nuevas teorías económicas pero sí fijó como retos los cambios "económicos, institucionales y de ideas" y planteó una transformación social más que política.
Así, coincidió con las reflexiones hechas en las últimas semanas por reguladores financieros o ejecutivos bancarios al afirmar que hay que repensar "el tamaño y la multinacionalidad de las entidades financieras; el incremento de la transparencia o los salarios de los banqueros", entre otras premisas. "El cambio será muy profundo y nos va a afectar a todos", advirtió Rato, que habló durante hora y media a un selecto grupo de empresarios y políticos.
Aunque no elaboró pronósticos sobre la economía a corto plazo, sí advirtió, tal y como hizo el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan hace escasos días, de que se pueden estar sentando las bases de una nueva crisis financiera. Expresó su temor a que el paro se convierta en un "fenómeno estructural" y el riesgo de que la crisis actual "acelere tendencias de desempleo en personas no cualificadas". Además, apuntó que la nueva realidad cambiará las prioridades sociales en el gasto público. También puso en duda la validez del dólar como divisa de referencia y las políticas monetarias basadas en el control de la inflación.
Déficit públicoEl político apenas hizo referencias a España aunque sí mencionó problemas que están en el debate económico, como el tamaño del déficit público. Recordó que el problema del déficit es que debe estar respaldado por una deuda que a su vez genera intereses que se deben abonar. "Un déficit público sostenido en el tiempo tiene un coste sobre otras partidas", matizó.
Además, también reconoció que sustituir al ladrillo como motor de la economía española va a ser complejo. Rato se mostró reacio al diseño de políticas encaminadas a fomentar sectores concretos, en una aparente referencia a la apuesta del actual Gobierno por las energías renovables y otras actividades de vanguardia . "Los éxitos y fracasos dependen de las personas", dijo a la vez que recordaba que aunque se corrijan "los defectos actuales" luego surgen otros.
En cualquier caso, su conclusión sobre la posible recuperación de España fue optimista, ya que tiene la "capacidad material y la capacidad de hacer cosas: la confianza debe estar en nosotros", sentenció.
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