El presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció ayer la decisión del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) de posponer la celebración del VI Congreso del partido previsto para finales de este año. Este cónclave debe fijar el rumbo político de la isla y decidir si Fidel Castro continúa como primer secretario. El último Congreso se celebró hace 12 años aunque en teoría es quinquenal.

"El VII Pleno del Comité Central del Partido acordó posponer la realización del VI Congreso del Partido hasta que se haya vencido esta crucial etapa de preparación previa", explica el diario Juventud Rebelde citando a Raúl Castro. Fuentes cubanas indicaron a Público que se baraja "como fecha probable" noviembre o diciembre de 2010.

El presidente de Cuba señaló al diario Granma que el motivo del retraso es "enriquecer el debate de ideas que se está realizando". Según Castro, ese Congreso deberá encarar la situación de la economía, los logros y las asignaturas pendientes del sistema adoptado en la isla tras la Revolución de 1959. "Lo más probable es que, por ley de la vida, sea el último que encabece la dirección histórica de la Revolución", remarca el líder cubano.

Fuentes no oficiales creen que el VI Congreso puede cerrar la sucesión del poder entre los hermanos Castro, un proceso que se abrió hace tres años cuando Fidel Castro cayó enfermo.

Crisis económica

Posteriormente, el ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, dio cuenta de la compleja situación económica vivida en Cuba durante el primer semestre del año. Según sus cálculos, los problemas sufridos fueron resultado de la combinación de un doble contratiempo: Por un lado, el impacto de la crisis financiera mundial y, por el otro, los daños provocados por los tres huracanes que arrasaron la isla entre agosto y octubre de 2008.

Aunque pronosticó un crecimiento del PIB del 1,7% para 2009, Murillo adelantó que durante los próximos meses, la coyuntura para Cuba será "igualmente difícil y nada grata".