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De La Regenta a Woody Allen, paseo por las esculturas de Oviedo

Más de un centenar de esculturas, algunas de ellas tan célebres como las del Viajero, la Maternidad, la Regenta o Woody Allen, componen una apretada ruta por el casco histórico de esta ciudad patrimonial

Entre distraído y soñador, caminando en su versión de bronce como un transeúnte más por la calle Uría, Woody Allen se ha convertido, desde hace unos años, en el mayor reclamo turístico de la ciudad de Oviedo. Todos quieren fotografiarse junto a él; incluso el propio Woody Allen de carne y hueso quiso hacerlo, en mayo de 2005, posando junto a su familia en medio de esta ciudad 'exótica, bella y peatonalizada', una ciudad 'como un cuento de hadas', según la describió el guionista y director de Manhattan.

Con ser la más visitada, la estatua a tamaño natural de Woody Allen no es, sin embargo, la única escultura mítica que se exhibe en las calles de Oviedo. Más de un centenar de estas obras de arte pueblan las vías principales de la ciudad, cada una con sus fans y su personalidad propia, constituyendo una ruta que nadie se atreve a poner en un plano, dado lo extenso de su recorrido. Aunque en Oviedo, como ocurre con las más bellas ciudades patrimoniales españolas, lo mejor es siempre perderse por sus calles para irlas descubriendo una a una, nosotros nos atrevemos a proponer un pequeño paseo desde la ciudad vieja hasta la ciudad nueva, siempre al hilo de algunas de sus esculturas más relevantes.

El recorrido podría empezar en el mismo corazón del viejo Oviedo, al lado de la Catedral, en la plaza de Alfonso II el Casto, donde nos espera la estatua de Ana Ozores, más conocida como La Regenta, el más famoso de los personajes literarios relacionados con Oviedo, es decir, con Vetusta, tal como la describió Leopoldo Alas, Clarín. Muy cerca de ella, en la vecina plaza de Porlier, se encuentra la escultura de Eduardo Úrculo El regreso de Williams B. Arrensberg, popularmente conocida como 'el viajero', otro de los grandes iconos ovetenses, junto a la que se han fotografiado centenares de miles de turistas... También en el casco más puramente histórico, aquel que estuvo encerrado por las desaparecidas murallas de Oviedo, en uno de sus rincones con más sabor, la plaza de Trascorrales, se sitúan otras dos esculturas muy célebres, en este caso vinculadas a dos oficios tradicionales de este entorno: La lechera y El vendedor de pescado.

Ya 'extramuros', pero siempre sin salir del casco histórico, el tono popular sigue presidiendo la factura de Las vendedoras del Fontán, en una de las plazas más concurridas y bulliciosas del centro ovetense. Poco que ver con la oronda y espléndida Maternidad de Botero, que luce sus magníficas formas en la plaza de la Escandalera, o con el controvertido Culis Monumentabilis, una de las propuestas más controvertidas del conjunto; su nombre lo dice todo. Muy próximo a estas dos últimas, en la plaza del Carbayón y frente al teatro Campoamor, donde cada año se celebra la ceremonia de los premios Príncipe de Asturias, se encuentra el conjunto de figuras que forman el Monumento a la Concordia, otra de las grandes referencias de la escultura ovetense. Y en seguida, a mitad de recorrido de la calle Uría, el inefable Woody Allen, quien eligió las calles de Oviedo para rodar alguna de las escenas de su (pen)última película: Vicky Cristina Barcelona. Todo un recorrido desde el pasado hasta el más riguroso presente de la mano de la escultura al aire libre...





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