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La relación Berlusconi-Iglesia, dañada por una noticia

Reuters

Las relaciones entre el Gobierno italiano y la poderosa Iglesia Católica se han agriado después de que el periódico que pertenece a la familia del primer ministro, Silvio Berlusconi, publicara el viernes una noticia mordaz sobre un católico de alto rango.

Berlusconi, cuya vida privada está bajo el escrutinio mediático y la crítica de la Iglesia, canceló abruptamente una visita a la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia, donde debía asistir a una ceremonia religiosa anual por el perdón de los pecados.

También se canceló repentinamente, unas horas antes, una cena a la que debían asistir Berlusconi y el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, segundo en la jerarquía vaticana, a pesar de haberse planeado con semanas de anticipación.

La razón oficial del Vaticano fue que se iba a entregar el dinero que se hubiera destinado a la cena a las víctimas del terremoto que azotó la zona de L'Aquila en abril, pero fuentes eclesiásticas señalaron que esa era una excusa diplomática y que el verdadero motivo era el enojo del Vaticano.

La rápida secuencia de eventos comenzó cuando Il Giornale, un periódico nacional propiedad de Paolo Berlusconi, hermano del primer ministro, publicó un titular de primera página contra Dino Boffo, editor de Avvenire, el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana.

Il Giornale escribió que Boffo, cuya publicación ha sido muy crítica con la vida privada de Berlusconi, aceptó declararse culpable en un tribunal en 2002 tras un acuerdo con el fiscal, después de ser acusado de acosar a una mujer. La nota decía que Boffo tuvo una relación homosexual con el marido de la mujer.

Il Giornale regularmente ataca a los críticos de Berlusconi, pero casi nunca se dirige contra la Iglesia.

La noticia calificó a Boffo, uno de los formadores de opinión católica más influyentes del país, un hipócrita "supermoralista" que no debería criticar el estilo de vida de Berlusconi cuando dijo que también tiene muertos en su armario.

Una fuente de la Iglesia dijo que los responsables del Vaticano "se pusieron furiosos" cuando vieron la noticia y ordenaron al obispo de L'Aquila que cancelara la cena a la que iba a ir el primer ministro.

"No puedo recordar un día más oscuro en las relaciones entre este Gobierno y la Iglesia", dijo la fuente.

Boffo, cuyas editoriales suelen reflejar las opiniones de la Iglesia y con frecuencia del Vaticano, calificó el ataque de "absurdo" y dijo que no fue el autor sino la víctima del caso de "acoso telefónico" de 2002.

La Conferencia Episcopal Italiana, que posee el Avvenire, emitió un comunicado apoyándole completamente.

El viernes por la noche, Berlusconi emitió otro comunicado en el que se "desmarca" del artículo y dice que el "principio del respeto de la vida privada es sagrado y debe valer siempre para todos"

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