Público
Público

La repatriación de los restos de Miguel Molina se retrasará por falta de permiso familiar

EFE

La repatriación de los restos mortales del artista malagueño Miguel de Molina, que descansan en el cementerio de la Chacarita, en Buenos Aires, no podrá llevarse a cabo en los plazos que preveía la Diputación Provincial, ya que todavía no lo ha autorizado una hermana que reside en Argentina.

La previsión de la institución era repatriar los restos del cantante en abril o mayo, pero finalmente no podrá ser así porque la hermana no ha respondido aún a la carta que se le envió para que diera su autorización al traslado, ha informado a EFE el diputado provincial de Cultura y Educación, Fernando Centeno.

Ha explicado que hasta que se tenga este permiso, que se lleva esperando más de un mes, no se llevará a cabo la repatriación para evitar posibles conflictos jurídicos con la familia del cantante residente en Argentina.

Una vez que se consiga el consentimiento de la hermana, sólo habrá que esperar el tiempo que tarden las autoridades argentinas en efectuar los trámites burocráticos, ya que se tienen las autorizaciones de la familia residente en España, ha añadido Centeno.

La intención de la Diputación es repatriar los restos a su ciudad natal con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento, que se cumple este año, y depositarlos en un panteón que ya está habilitado en el cementerio de San Gabriel en Málaga, que tendrá una escultura del artista.

Esta actuación se enmarca dentro del conjunto de iniciativas de recuperación de la memoria histórica que está llevando a cabo la Diputación.

Miguel de Molina nació en 1908, comenzó su actividad artística en los tablaos y de ahí pasó a actuar en pequeños teatros de Madrid en tiempos de la Segunda República; en 1933 saltó a la fama tras participar en el Teatro Romea de Madrid en "El testamento gitano".

Con él actuaron estrellas como Pastora Imperio, Vicente Escudero, Pilar Calvo, Adelita Durán y Antonia Mercé "La Argentina", y su fama llegó al punto más alto al terminar la Guerra Civil, aunque después fue utilizado por el régimen franquista y obligado por el general Luis Aranda a salir de gira por España.

En su última actuación de esta gira, en el Teatro Pavón del Rastro de Madrid, dos individuos le recriminaron su comportamiento sexual y, terminada la gala, varias personas le llevaron a un descampado, donde le golpearon con pistolas, le cortaron el pelo, le hicieron beber aceite de ricino y le dejaron desmayado.

Se prohibieron sus películas, sus discos y sus actuaciones, y se le confinó en un pueblo de Extremadura, por lo que en 1942 huyó a Buenos Aires, aunque su establecimiento definitivo en América llegó en 1946, al comprobar que continuaba la persecución.

Considerado por muchos como rey de la copla, se retiró de los escenarios en 1960 y desde entonces llevó una vida apartada en su casa bonaerense hasta que falleció el 16 de enero de 1993 a causa de un infarto.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias