El presidente del Senado, Javier Rojo, ha asegurado hoy que está inmensamente agradecido por las responsabilidades que le ha dado su partido y ha recalcado que, en la nueva etapa que emprende al abandonar la primera línea de la política, no reclama ni exige nada a nadie.

En declaraciones a Efe, Rojo ha añadido que la decisión de no repetir en las listas del PSE al Senado y permitir así que la renovación sea efectiva -"uno da un paso atrás para que otros den un paso adelante, ha señalado- hay que verla "desde la normalidad del final de etapa".

Rojo ha transmitido su decisión de no figurar en las listas al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la hizo pública ayer ante la ejecutiva del PSE que tuvo lugar Vitoria.

La de esta tarde será la última sesión plenaria que presida Javier Rojo en el Senado, ya que se trata del último pleno de la Legislatura en la Cámara Alta.

El presidente del Senado ha afirmado que su decisión supone acabar su etapa en la Cámara Alta, pero no su vida en la política. "La política son espacios que vas ocupando. He tenido una responsabilidad durante un tiempo en la Cámara y el futuro no cabe duda que lo quiero hacer de otra forma", ha manifestado.

Rojo ha recordado que, a lo largo de toda su trayectoria, ha estado "a las duras", porque así concibe el compromiso político.

"Es lo que he hecho y lo que seguiré haciendo. Soy un vasco, un español, que seguiré haciendo las cosas como las he venido haciendo, defendiendo las libertades y el estado de derecho", ha apostillado.

Ha agradecido inmensamente haber podido ostentar la responsabilidad de presidir el Senado, así como la confianza que le otorgó el PSOE al incluirle a las listas y la que le han dado los alaveses votándole siempre que se ha presentado.

"He tratado de devolvérselo trabajando y dedicándole alma, corazón y vida a todo lo que hago", ha asegurado el presidente e la Cámara Alta.

"No reclamo nada, no exijo nada, no pido nada, estoy inmensamente agradecido", ha insistido Rojo, quien ha agregado que se trata de una decisión personal, "muy meditada desde hace mucho tiempo" y que ha tocado plantear ahora.

"He estado representando de la mejor forma posible a los alaveses, a los que tengo que agradecer la confianza que me han dado durante muchísimos años. No sé si les he devuelto yo las cosas en los mismos términos pero, en cualquier caso, lo he intentado", ha concluido.

Rojo, de 62 años, es senador desde 1993 y presidente de la Cámara Alta desde 2004 y, anteriormente, también fue diputado en el Congreso durante dos legislaturas, concejal en el ayuntamiento de Vitoria y apoderado en las Juntas Generales de Álava.

Junto a estos cargos públicos, Javier Rojo ostenta la presidencia del PSE-EE de Álava desde que dejó de ser el secretario general provincial, cargo al que llegó el año 2000 tras el asesinato por ETA de Fernando Buesa.