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Una ruta recorre Salamanca a través de "El manuscrito de piedra" de Jambrina

EFE

El último libro de Luis García Jambrina, "El manuscrito de piedra", ha servido al Ayuntamiento de Salamanca para poner en marcha una ruta que ayude a conocer la capital a través de los lugares que los protagonistas recorren en la obra.

Dos actores, Germán Mira y Héctor Toledo, a través de un texto adaptado por el propio Jambrina, rememoran cada una de las zonas por donde Fernando de Rojas pasa en el libro, para descubrir al autor del asesinato de un catedrático de Teología ocurrido en el siglo XV.

"Es una forma más de conocer lugares de Salamanca que ni los propios salmantinos hemos pisado muchas veces", ha asegurado hoy a Efe el actor Germán Mira.

Para recorrer las calles de la Salamanca del siglo XV, ocupadas en la mayoría de los casos por curas dominicos y franciscanos y por estudiantes, la obra hace que los espectadores se trasladen a aquella época, pero sin olvidarse del presente.

"A través de un fraile dominico y de un estudiante, que no tienen nombre, viajamos entre dos épocas, la del pasado y la del presente, y hacemos que el espectador se meta en la obra, pese a su complejidad, porque es una obra al aire libre y moviéndonos por las calles", ha afirmado Germán Mira.

La obra recrea dos figuras fundamentales en la obra de Luis García Jambrina, Fernando de Rojas, un estudiante erudito y privilegiado del antiguo Colegio San Bartolomé de Salamanca, y Fray Tomás de Santo Domingo, un dominico asesinado en las puertas catedralicias cuando iba a contarle un descubrimiento al obispo Diego de Deza.

En la novela, Jambrina hace un detallado repaso a la historia salmantina del siglo XV, incluso rememorando pasajes de leyenda de la ciudad como la que hay en torno a la cueva de Salamanca, donde según se relata dio clases de nigromancia el diablo.

Los dos actores se mueven por la ciudad como lo hace Fernando de Rojas en el libro de Jambrina.

La obra de teatro comienza a las puertas de los Dominicos, residencia de Fray Tomás de Santo Domingo, cuya muerte investigará De Rojas, y de sacerdotes que manejaban la Santa Inquisición.

A través de un joven estudiante se subirá hacia la plaza de Anaya, donde se encuentra el Palacio, que en el siglo XV era el Colegio de San Bartolomé, residencia de Fernando de Rojas en el libro de Jambrina.

Tras pasar por la Catedral Nueva, se llega a la Cueva de Salamanca, por donde discurre una buena parte de la novela y centro de cientos de leyendas sobre su origen.

En este lugar "el espectador puede vivir en primera persona todo lo que ha leído en 'El manuscrito de piedra' y reconocer las cosas que ha escrito Jambrina", ha explicado el actor Germán Mira.

Quienes ya han acudido a ver la representación de la obra aseguran que es una forma de complementar la lectura de la novela.

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