Las autoridades sirias solo retirarán las tropas desplegadas en diferentes ciudades del país "una vez que la paz y la seguridad se hayan impuesto", según anunció el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Yihad Maqdesi.

En una entrevista con la televisión estatal recogida hoy por la agencia oficial Sana, Maqdesi destacó que "la presencia del Ejército sirio en las ciudades tiene el propósito defensivo de proteger a los civiles, muchos de los cuales son capturados como rehenes para golpear a la estabilidad del país".

Según el portavoz, los grupos armados a los que el régimen acusa de la violencia han aprovechado en anteriores ocasiones el repliegue militar para recuperar el control sobre áreas enteras, por lo que, reiteró, "la retirada de las fuerzas armadas solo tendrá lugar cuando una zona haya regresado a la vida normal".

Siria aceptó formalmente esta semana el plan propuesto por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, que contempla, entre otros puntos, el cese de la violencia y el repliegue del ejército.

Sin embargo, la represión del régimen sirio no se ha detenido hasta ahora, y al menos 10 personas han muerto hoy, la mayoría de ellas en la provincia septentrional de Idleb, a manos de las fuerzas sirias, según denunció la oposición.

Para el portavoz Maqdesi, Siria se compromete a "cooperar positivamente" con Annan, siempre y cuando se preserve su soberanía y se garantice la no injerencia, así como se implemente de forma "lógica y simétrica" el plan del enviado, en alusión a los grupos rebeldes.

El representante sirio confirmó además que su país recibirá "pronto un equipo técnico de negociadores para tratar con la ONU los mecanismos de implementación" de la iniciativa de Annan.

El departamento de Operaciones de Paz de la ONU (DPKO) prepara en estos momentos varios planes para llevar a cabo un eventual despliegue de observadores en Siria, confirmó ayer en Nueva York un portavoz de Naciones Unidas.

Para el régimen de Damasco, la batalla por acabar con el Estado en Siria "ha fracasado", según Maqdesi, quien invitó a Annan a visitar los países que financian y acogen a la oposición al presidente Bachar al Asad.

Según datos de la ONU, desde el inicio de las protestas en Siria a mediados del pasado mes de marzo, más de 9.000 personas han perdido la vida, mientras que más de 200.000 se han desplazado a otras zonas dentro del país y 30.000 se han refugiado en el extranjero.