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De Somiedo a Cudillero, por el corazón del occidente asturiano

El camino que cruza el centro occidental de Asturias en un suave descenso guarda aún ciertas reminiscencias de la antigua Ruta Vaqueira, que iba desde las altas cumbres de Somiedo hasta el mar Cantábrico.

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Las cumbres y los lagos somedanos
Puede muy bien iniciarse la ruta en el Alto del Puerto de Somiedo, una de las puertas de acceso al Parque Natural de Somiedo, espacio natural privilegiado que conserva una abundantísima flora y una no menos interesante fauna. El descenso hacia el valle se hace por la carretera AS 227. Una desviación perfectamente señalizada nos acerca a La Peral, lugar donde se ubica un espectacular mirador.

Brañas y teitos configuran el peculiar paisaje que nos acompañará desde el puerto hasta llegar a Pola de Somiedo. Aquí se halla el Centro de Interpretación del Parque Natural, que actúa como oficina de turismo. Asesoran también sobre los posibles itinerarios por los distintos pueblos y brañas, y sobre las rutas a pie dentro del Parque. Una de las más recomendables es la ruta a los Lagos. Se accede en coche hasta el pueblo de Valle y desde aquí, son, contando la ida y la vuelta hasta los Lagos, unos 12 km. a pie sin dificultad. Disfrutando de un espectacular paisaje. En Pola de Somiedo también hay un interesante Ecomuseo Etnográfico en el que recuperar los antiguos oficios artesanos: madreñeiros, ferreiros, goxeiros, filanderas y carpinteros.

Iglesias, palacios y mazos
Prosigue la ruta por la AS 227 siguiendo el cauce del río Pigüeña. En Agüera nos encontramos con la iglesia de San Andrés, del siglo XVI, donde la tradición sostiene que se veneraba a un momificado San Fructuoso vestido de romano. En Agüerina se halla el Palacio de los Cienfuegos, del siglo XVII, noble linaje repleto de obispos, cardenales y embajadores. Siguiendo por la misma carretera, se llega a Belmonte de Miranda. Su historia permaneció unida al desaparecido convento de Santa María de Lapedo, del que tan solo quedan algunas de sus ruinas en el barrio del Convento.En Alvariza se oye aún el golpeteo de El Machuco, mazo de hierro donde se sigue trabajando como hace siglos. En Puente San Martín se deja la AS-227 para coger la AS-15, cambiando el cauce del río Pigüeña por el del Narcea, principal río salmonero de España.

Una osa amamantando a una niña
Desde Belmonte a Cornellana hay 19 kms. Dentro de ésta última se encuentra el Monasterio de San Salvador, cuyo origen está envuelto en una leyenda en la que una osa amamanta a una niña y así figura en la portada de la románica iglesia. En Cornellana la AS-15 conecta con la N-634, que se toma en dirección a Salas, villa que cuenta con varias casonas y tres monumentos nacionales: la Colegiata de Santa María la Mayor con el Mausoleo de Valdés-Salas; la Torre y Palacio de Valdés-Salas y la iglesia de San Martín ubicada en el cementerio junto a un legendario tejo.

La basílica de Santianes
Después de la visita a Salas, es preciso regresar por la N-634 al cruce de Cornellana. Allí seguiremos por la AS-16, dirección a Pravia. Corte del rey Silo y segunda capital del Reino de Asturias, aparece Pravia como una villa señorial con una destacada iglesia y varios notables palacios.

En Santianes, a dos kilómetros de Pravia, se encuentra la basílica de San Juan, fundada por el rey Silo en el año 780. Representa el tránsito entre el estilo visigótico y el prerrománico asturiano. Conserva de su origen parte de las columnas del arco de triunfo y dos ventanas situadas sobre las naves laterales. Cuenta con pinturas medievales y en el atrio hay una copia de la famosa lápida laberíntica que en cualquier dirección que se lea atribuía a Silo la construcción de la iglesia: Silo princeps fecit.

Angulas a primeros de marzo
De nuevo en la AS 16, siguiendo los meandros del río Nalón se llega a Soto del Barco. Bonito pueblo que vive primordialmente de la captura de angulas, manjar al que se dedica un festival gastronómico a primeros de marzo. Después de visitar la amplia playa de Los Quebrantos, se continúa la ruta por la N 622, ya hacia Cudillero.

Desde la bocana del puerto
Pasado el Puente de La Portilla, sobre el río Nalón, un cruce a la derecha lleva a San Esteban de Pravia. Desde la bocana del puerto parte una agradable ruta peatonal que llega, siguiendo la línea de la costa, a la playa de Aguilar.

Por la carretera costera MU-2 se accede a Muros. En lo alto, es obligatoria la parada en el Mirador del Espíritu Santo para contemplar la costa en toda su amplitud. Muros nos espera con su hermosa plaza y la portada del Palacio del Marqués de Valdecarzana. Frente a este palacio sale la AS-317 que baja a la Playa de Aguilar.

Cudillero
La AS-317 confluye con la carretera de acceso a Cudillero dejando a un lado uno de los mejores conjuntos palaciegos asturianos: Los Selgas. Sus extraordinarios jardines que se vislumbran desde la verja de entrada sugieren los tesoros que alberga. La bajada a Cudillero nos lleva inexorablemente al puerto. Y enfrente se contempla la villa, que parece escapar ladera arriba. Cudillero entra en el mar que lo baña, mientras el viajero pasea por sus calles, visitando la gótica iglesia de San Pedro o la medieval Capilla del Humilladero. Es hora de sentarse en una de sus terrazas y dar buena cuenta de una suculentísima ventresca de bonito al horno.

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