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Sopla el 'viento de cara' en La Riviera de la mano de Supersubmarina

El grupo jienense hace vibrar a los asistentes con sus canciones luminosas y la madurez de una banda que se consolida

JOSEFINA GROSSO

Los chicos de Supersubmarina le cantan a Granada, dónde las entrellas les Alhambran. Ciudad por la que cambiarían cada 'calendario lunar' para volver a verla “una vez más”. Desde el jueves una brisa de “viento de cara” les trajo a Madrid para deleitar a sus incondicionales seguidores, con su Magia Electroviral. No es la primera vez que estos chicos venidos de la histórica Baeza llenan ésta sala madrileña. No es la primera vez que Jose, Jaime, Pope, Juanca y Javi hacen vibrar en tintes Tecnicolor.

El jueves, primer día en la capital, el público esperaba a estos chicos jienenses con las dudas infinitas por saber cómo les iba a sorprender el grupo indie que dicen, encandila a la ahora reina Letizia. Cuando ya habían tocado algunas canciones, en su mayoría de su nuevo disco Viento de Cara, Jose Chino, la inconfundible voz supersubmarina, se dirigió al público invitando a levantar la mano a los que ya habían asistido a un concierto de la nueva gira.

De todos, la elegida fue una chica a la que, con todo el salero baezano que le caracteriza, dijo:

— 'Venga, una sorpresa, dime una canción que eches en falta'. Algo a lo que la chica respondió decidida pidiendo una de las míticas del grupo, la eterna Ana. Tema que no sonó en toda la noche, aunque sí hubo sorpresas, canciones ya consagradas como la melancólica Para Dormir Cuándo no Estés, Supersubmarina y De las dudas infinitas.

“Me resultaba tan romantico esa forma de estar mirándonos...”, suena Hérmetica y el público se enciende, aplaude al compás de la música y tararea. Momento clave también cuando le llegó la hora a Hogueras y la Riviera ardió cuando una vez más Jose Chino se dirigió al público para decir, aprovechando la letra de la canción, que no hay que perder el tiempo y que quién estuviera con su pareja que la besara y aprovechara el momento.

En el primero de los cuatro conciertos hubo hueco para todo, incluso, aprovechando las metáforas de El Mañana, el grupo dirigió un mensaje a Ana, pero no precisamente a la de la canción.“Esta va para Ana Botella, que nos está jodiendo con el tema de la música. Por más que nos lo pongan, vamos a seguir pegando”, afirmaron con rotundidad ante un público ya más que entregado.

Sin noticias de Ana ni de LN Granada —algo que en el concierto del viernes enmendaron ya que el 12 hicieron que la ciudad de la Alhambra brillara más que nunca— el grupo deleitó a todos durante más de dos horas. “Rayo que no cesa, mar en calma, faro entre la niebla, viendo de cara...”, resonó Viento de Cara, el primer sencillo de su nuevo disco, un viento que sopló con fuerza elevándoles a lo más alto. Algo que sirva como luz y En mis venas fueron las elegidas para el broche final.

Las “rivieras” del jueves viernes y sábado han sido tres directos que por el momento han hecho brillar a un grupo ya maduro y consolidado. Mucho ha llovido desde su Cientocero en 2008, ahora Supersubmarina sale al escenario pisando con fuerza y se entrega cada directo al máximo sin haber perdido ni un ápice de su esencia.

Aún queda una oportunidad para poder disfrutar de ellos en Madrid, el 10 de enero vuelven a La Riviera, pero antes tocarán en Almería, Burgos y Zaragoza. Conciertos de los que no hay ni puede haber nada escrito porque los de Baeza siempre se guardan un as en manga para hacer de cada noche algo único.

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