El piloto español de rallys Dani Sordo (Citroen) afronta el Rally de España, que se disputará del 22 al 24 de octubre, convencido de que puede estar delante y "mentalizado en ganar".

"Me veo delante, y no sólo quiero intentarlo, sino que quiero conseguirlo, pero sin dar nada por hecho. Espero mucho de este rally, tanto o más de lo que la gente espera de mí" aseguró el cántabro.

Sordo declaró llegar "muy motivado y con muchas ganas" porque esta prueba "es especial".

"Diego Vallejo y yo queremos destacar" ante el público español, confesó.

"Lo cierto es que correr en casa es muy bonito, aunque todo el mundo animando y deseando que ganes puede producir cierta presión, pero es algo que también hay que saber disfrutar. Los espectadores franceses han puesto el listón muy alto hace un par de semanas en casa de Sebastian Loeb y yo espero que aquí no nos quedemos cortos", apuntó.

Citroen en constructores y Loeb en individual, acuden al penúltimo rally de la temporada con los títulos de campeones del mundo en el bolsillo, circunstancia que permitirá a Dani Sordo, libre de órdenes de equipo, buscar la victoria en una competición que contará con 53 pilotos inscritos de 24 nacionalidades, entre los que destaca la presencia de dieciocho españoles.

"No va a haber órdenes de ningún tipo, todos correremos al máximo de lo que podamos. Con esto ya está dicho todo", afirmó el de Torrelavega, que también señaló el camino del éxito: "¡Gas! No habrá otra forma de destacar que correr lo más que se pueda".

Sobre la etapa mixta vaticinó unos tiempos igualados, en los que nadie finalizará la etapa mixta con mucha ventaja, ni tampoco ningún piloto tendrá un handicap concreto por el hecho de que haya tramos mixtos pero "en estos momentos es difícil prever quién irá bien en estas condiciones tan inusuales".

"La clave está en sacar buenas notas, saber cambiar rápidamente de ritmo en las zonas donde eso sea necesario así como tener claro dónde cortar y gestionar bien los neumáticos".

Sordo consideró importante llegar al tramo final del tercer día "con el trabajo muy encarrilado", debido a la dificultad añadida de que el recorrido conste de 42 kilómetros.

"Es un tramo largo y en mi opinión no se sacarán diferencias significativas. Con las mismas ruedas con las que corremos todos ahora, vamos a tener que ir un poco al ritmo que nos permitan las gomas. Hay que llegar con el trabajo muy encarrilado y no esperar que en esa especial se puedan arreglar demasiadas cosas", dijo.