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Telefónica quiere llevar a los tribunales al consejo de PT

a firma contrata un despacho de abogados en Nueva York para ver si los gestores tienen responsabilidad en el fiasco de la oferta por Vivo.

ANA TUDELA

El consejo de administración de Portugal Telecom (PT) se sentó con Telefónica cuando esta puso sobre la mesa su primera oferta por el 30% de la firma brasileña Vivo en manos de los portugueses (5.700 millones de euros).

Ese mismo consejo, encabezado por su presidente, Zeinal Bava, se volvió a sentar para negociar una nueva oferta (6.500 millones) y un calendario de venta a su medida que Telefónica aceptó. Los mismos gestores convocaron a los accionistas de PT a una junta para que votasen la oferta con un nuevo aumento (llegaba ya a 7.150 millones). ¿Y todo para qué?

La junta se celebró y el 73,9% del capital votante aceptó la oferta de Telefónica. En ese momento, el Gobierno portugués ejerció su derecho de veto en PT, haciendo uso de la anacrónica y prohibida por Bruselas acción de oro, y anuló el resultado de la junta. ¿Tienen responsabilidad los consejeros de PT en lo ocurrido? Telefónica cree que sí, según avanzó Público.

Por eso la firma ha contratado un  despacho de abogados con sede en Nueva York, el Dewey & LeBoeuf LLP, para que le asesore ante la corte arbitral de Amsterdam, donde reside Brasilcel, por el incumplimiento del acuerdo entre accionistas que firmaron en la constitución de esta empresa tenedora de Vivo.

Según Telefónica, este despacho americano confirma que de acuerdo con la legislación holandesa y con los acuerdos que suscribieron en su día en Brasilcel, 'bajo las actuales circunstancias, existen razones fundadas de alcanzar la disolución de Brasilcel N.V.'.Este despacho destacará que PT ha incumplido sus obligaciones de información al mercado al haber ocultado a Telefónica y a los accionistas de Portugal Telecom, 'el efectivo ejercicio, por parte del Gobierno Portugués, de la Golden Share', en casos distintos a los que figuran en los estatutos de PT.

Cuando en la madrugada del viernes al sábado pasado los portugueses, con una nueva lista de cesiones aceptadas por Telefónica, volvieron a titubear a la hora de sellar el pacto y suplicaron más tiempo, el grupo español vio más claro que nunca que el problema de la plana mayor de PT no era el plazo, ni el precio, ni siquiera que Vivo suponga la mitad de los ingresos de todo el grupo luso. Estos factores son importantes pero lo crucial es que el consejo de PT no decide. Todos los mecanismos que utilizaría cualquier otra compañía cotizada corren el riesgo de ser anulados por el Gobierno.

Zeinal Bava demostró no parecer al tanto de esta situación al hacer declaraciones en entrevistas concedidas días antes de la junta como las que aseguraban: 'Los inversores tienen la palabra', 'estamos aquí para servir a los accionistas', 'siempre actuaremos con transparencia'. Esas frases han quedado en agua de borrajas. Pero sobre todo, Bava se equivocó al creer que estaba 'ante una decisión de los inversores de PT' y al asegurar: 'La decisión es por mayoría. La acción de oro no interviene'.

Los gestores de PT solo tienen una opción de salvar la cara ante el mercado, las avanzadas negociaciones que, según la prensa portuguesa, mantienen para entrar en el capital de la cuarta compañía brasileña de móvil, Oi. Pero Telefónica cerró el maletín el viernes y se fue de la mesa de negociaciones con el dinero que necesitaría PT para entrar en Oi. Los portugueses tendrán que pedir la reactivación de negociaciones. En el mercado creen que Telefónica estaría dispuesta hasta a subir la oferta, pero si en la mesa está el Gobierno portugués, que es el verdadero interlocutor válido, garantizando que saldrá adelante. Y esto parece complicado.

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