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Terapia conductual ayudaría en incontinencia tras prostatectomía

Reuters

Cuando la incontinenciapersiste después de una prostatectomía, la terapia conductualreduce a más de la mitad la frecuencia de las pérdidas y ayudaa uno de cada seis hombres a recuperar la continencia, publicaJournal of the American Medical Association.

"Se le debería ofrecer (la terapia conductual) a loshombres con incontinencia persistente pos-prostatectomía porqueproporciona una mejoría significativa y duradera de laincontinencia y la calidad de vida, aun años después de lacirugía radical", afirma el equipo de la doctora Patricia S.Goode, del Centro de Estudios sobre Envejecimiento de laUniversity of Alabama.

Pero el doctor David F. Penson, de la VanderbiltUniversity, en Tennessee, no está tan convencido. En uneditorial sobre el estudio, escribe que la terapia conductuales mejor que nada, pero "si es tan buena, es importante pensarcuán mejor es para tratar a los pacientes con este problema".

El ensayo incluyó a 208 hombres, de 58 a 84 años, conincontinencia persistente durante uno a 17 años después de unaprostatectomía radical. Tras agruparlos según el tipo deincontinencia (por estrés, urgencia o mixta) y la frecuencia(menos de cinco, de cinco a 10 o más de 10 episodios porsemana), el equipo les indicó al azar recibir terapiaconductual, terapia conductual más biofeedback y estimulacióneléctrica o tratamiento retrasado (grupo de control).

La terapia conductual, que se administró en cuatro sesionesen ocho semanas, incluyó ejercicios con los músculos del pisopélvico, estrategias para prevenir las pérdidas por tensión yurgencia, el manejo de los líquidos y un autocontrol condiarios sobre el funcionamiento de la vejiga.

A las ocho semanas, la cantidad promedio de episodiossemanales de incontinencia había disminuido un 54 por cientocon la terapia conductual (de 28 a 13), un 54 por ciento con laterapia más otras técnicas (de 26 a 12) y un 20 por ciento enel grupo de control (de 25 a 20).

Once hombres (el 15,7 por ciento) del grupo tratado conterapia conductual, 12 (el 17,1 por ciento) en el grupo tratadocon la combinación de terapias, y cuatro (el 5,9 por ciento) enla cohorte de control alcanzaron la continencia total alfinalizar las sesiones de tratamiento.

Esto indica que se necesitaría tratar a 10 pacientes paraobtener esas cifras.

La mejoría se mantuvo durante los 12 meses de seguimiento,pero el agregado de biofeedback y estimulación eléctrica nomejoró los resultados.

El tratamiento activo también estuvo asociado con unamejoría significativa, según cuestionarios estandarizados paradeterminar síntomas del tracto urinario inferior y calidad devida.

Además, el 47 por ciento de los hombres tratados estuvosatisfecho completamente con su avance y el 90 por cientoconsideró que las pérdidas urinarias habían mejorado "mucho",comparado con el 10 por ciento del grupo de control.

En el editorial, Penson sugiere una forma de evitar tantosproblemas: limitar la prostatectomía a los pacientes con peorpronóstico y usar la observación activa con análisis delantígeno prostático específico -PSA- y biopsias seriales depróstata en los hombres con bajo riesgo de desarrollar laenfermedad.

FUENTE: JAMA, enero del 2011

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