El Tesoro colocó el jueves obligaciones a 10 años por encima del objetivo máximo establecido de 3.500 millones de euros, tranquilizando a los inversores tras la fría acogida de la subasta de letras del martes.

Según datos divulgados por el Tesoro Público y el Banco de España, el importe adjudicado el jueves fue de 3.521 millones de euros, frente a un volumen solicitado de 7.163 millones de euros y un objetivo de adjudicación de entre 2.500 y 3.500 millones.

El Tesoro indicó que el tipo marginal fue del 4,074 por ciento, frente a un tipo de mercado, inmediatamente anterior a la subasta, del 4,08 por ciento y comparado con el 3,864 por ciento de la subasta del pasado 18 de marzo.

"El resultado de la subasta de hoy demuestra que poco a poco esto vuelve a la estabilidad. Había mucho miedo después de la bajada de rating de S&P", dijo Miguel Freijo de IG Markets.

"Pero todavía queda incertidumbre y ahora mismo el gran temor de los inversores es por la solidez de unidad europea después de la decisión unilateral ayer de Alemania de prohibir las ventas a corto al descubierto", añadió Freijo.

"El resultado (de la subasta) es sorprendentemente positivo después de lo que vimos hace dos días con las Letras", dijo un operador de renta pública.

El martes, el Tesoro Público recibió menos peticiones que las habituales en su subasta de Letras a 12 y 18 meses y se vio obligado a subir considerablemente las rentabilidades hasta niveles por encima del Euribor a un año, en el caso de las Letras a 12 meses.

Por su parte, el diferencial de los bonos de referencia a 10 años entre España y Alemania cotizaba estable tras la subasta a 130 puntos básicos (pb), pero por encima del cierre del miércoles de unos 128 pb.