Este artículo se publicó hace 16 años.
El timón del Banco de Japón, en el limbo por el bloqueo opositor
El bloqueo opositor en el Senado dejó hoy en el limbo el relevo en la dirección del Banco de Japón (BOJ), con muchos visos de quedar sin timón cuando, dentro de una semana, venza el mandato del actual gobernador, Toshihiko Fukui.
Mientras los bancos centrales de Estados Unidos y Europa se ocupan de inyectar dinero al mercado para estabilizar la economía en en momentos de incertidumbre, en Japón unos y otros se acusan de provocar una vacante para un puesto vital del sistema financiero.
El candidato oficial a gobernador del BOJ, Toshiro Muto, fue rechazado hoy en la Cámara Alta gracias a la mayoría de la que dispone el opositor Partido Democrático (PD), argumentando dudas sobre su independencia por haber sido viceministro de Finanzas.
Votaron en su contra no sólo el PD, sino también los minoritarios Partido Comunista de Japón, Partido Social Demócrata y el Nuevo Partido del Pueblo, por entender que el pasado político de Muto lo hace más proclive a ser receptivo a las presiones del Gobierno en un tema tan sensible como los movimientos de los tipos de interés.
Ahora, aunque la coalición gubernamental del Partido Liberal Demócrata (PLD) domina la Cámara Baja, de mayor relevancia política, Muto no podrá llegar a gobernador del banco central sin el apoyo de ambas cámaras.
Así las cosas, ambos bandos juegan ahora un "tour de force": la oposición insiste en pedir que el Gobierno presente a un aspirante menos dudoso mientras el Ejecutivo afirma que no tiene intención de retirar la candidatura de Muto, actual vicegobernador del BOJ.
De fondo está la lucha por el poder político en Japón, gobernado desde hace medio siglo casi ininterrumpidamente por el PLD, pero que desde julio vive la situación inédita de tener un Senado controlado por la oposición, que bloquea cuanta ley le llega.
El miércoles 19 vence el mandato de Toshihiko Fukui, de 72 años, quien en sus cinco años al frente del BOJ apenas ha dado más titulares que los relacionados con la normalización de los tipos de interés, en cero durante años en Japón y hoy en el 0,50 por ciento.
Sin que por ahora se atisbe una solución para el futuro de la entidad emisora, el Ejecutivo acusa a la oposición de poner en riesgo la estabilidad del sistema financiero, mientras el PD rechaza que esté haciendo "política" con el timón del bando central.
El ministro de Finanzas, Fukushiro Nukaga, insistió hoy en que el Gobierno no presentará a otros candidatos al banco central, después de que, además de Muto, uno de sus aspirantes a vicegobernador fuese aprobado por la oposición y otro también rechazado.
"Cuando los mercados financieros globales están en un momento extremadamente inestable, es deseable que los tres candidatos al BOJ, que tendrán un papel central en la política monetaria de Japón, sean designados antes del día 19", indicó Nukaga, en un sentir compartido por varios inversores.
Por su parte, el secretario general del PD, Yukio Hatoyama, considerado del núcleo duro, negó hoy que su partido juegue una "táctica política" con el futuro del banco central, según informó la agencia local de noticias Kyodo.
Hatoyama insistió en que el Gobierno nipón tiene tiempo suficiente para elegir a un nuevo candidato antes de que venza el mandato de Fukui mientras los grupos opositores minoritarios pedían un aspirante de consenso para todos.
Entretanto, la mayoría de los analistas expresaba su perplejidad por la situación creada, ante la imposibilidad de los partidos japoneses de ponerse de acuerdo en un tema tan relevante.
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