Este artículo se publicó hace 15 años.
La UE exigirá edificios ecológicos para el año 2020
Bruselas vota hoy una norma que impondrá la eficiencia energética en todos los inmuebles
Hasta ahora, la UE no confiaba por igual en los tres elementos de su santa trinidad ecológica: reducción de emisiones, energías renovables y eficiencia energética. Sólo la reducción de emisiones y las energías renovables cuentan con caminos legislativos bien trillados para conseguir el llamado triple 20: incrementar un 20% las energías limpias y reducir un 20% las emisiones de CO2 para 2020.
Pero eso era hasta ahora, porque Bruselas ultima una norma para impulsar los edificios sostenibles, principal herramienta para hacer realidad el ambicioso objetivo de incrementar la eficiencia energética en un 20%. "La eficiencia energética es la prioridad número uno", indicó el portavoz de Energía de la Comisión Europea, Ferrán Tarradellas, la pasada semana.
El Parlamento Europeo prepara una directiva en la que se propone que la energía neta de los edificios públicos sea neutra en 2015 hasta abarcar todas las construcciones, también las viviendas, en 2020. En estos edificios de energía cero (EEC, en inglés), la demanda de energía es similar a la propia generada por el edificio a través de energías renovables y la eficiencia energética, lo que deja el consumo energético neto en niveles muy bajos o reducidos a cero. El texto lo prepara la comisión de Industria de la Eurocámara para su aprobación hoy.
"Consideramos que estos objetivos son realistas", comenta Evangelina Nucete Álvarez, técnico de Eficiencia Energética de WWF España, quien subraya que la "única manera de que estos patrones de casas ecológicas se conviertan en el estándar de la construcción los próximos años es por medio de instrumentos normativos". El ahorro se conseguirá con distintas medidas, como la mejora de los aislamientos o la instalación de paneles solares.
Incentivos fiscales
Los ecologistas, al igual que la patronal relacionada con la construcción de edificios ecológicos (EuroAce) llaman la atención sobre la importancia de los incentivos fiscales para generalizar estos edificios. Los diputados todavía discuten cuál es la mejor manera de concretarlo, aunque han consensuado dedicar hasta un 4% de los fondos de desarrollo regional a estos proyectos.
Como destaca el vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal Quadras (PPE), "un 40% del consumo energético va destinado a los edificios, y es un sector muy adecuado para ahorrar energía en un tiempo relativamente breve". Además, se podrían crear 530.000 puestos de trabajo mientras que el coste de no actuar sobre la mejora de la eficiencia podría costar a la UE 270 mil millones de euros anuales, dice la Asociación Europea de fabricantes de aislamiento (EURIMA). Según el diputado, el texto pasará el trámite parlamentario.
Esta nueva directiva modificará una en vigor de la que fue ponente el propio Vidal Quadras y cuya implementación ha mostrado algunas deficiencias. "El primer texto no fue lo suficientemente ambicioso", reconoce el eurodiputado español, para quien la presión del cambio climático y las crisis energética "han agudizado la sensibilidad sobre el consumo energético". El texto en vigor sólo se aplica a las obras de restauración para superficies mayores de 1.000 m2 que, en el momento de su aprobación, en 2004, benefició especialmente a las pyme. Este límite de superficie quedará eliminado en la futura norma. Además, según un informe elaborado para la Eurocámara, siete países no la cumplen completamente.
No hay que esperar a los legisladores para ver la ventaja de estos edificios. En España, cofinanciados con fondos de la Comisión Europea, se han desarrollado proyectos en Viladecans (Barcelona), Cerdanyola, también en Barcelona y en Zaragoza, incluidos dentro del programa Concerto para el desarrollo de comunidades sostenibles.
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