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La UE se gira hacia el líder checo tras el 'sí' de Irlanda

Reuters

Por Timothy Heritage

El presidente checo Václav Klaus se enfrentaba el domingo a una presión cada vez mayor para ratificar el Tratado de Lisboa que reforma la Unión Europea después de que el abrumador apoyo de Irlanda a la carta reavivara los planes para dar a la UE una mayor influencia mundial.

Poco más de dos tercios de los votantes irlandeses respaldaron el tratado el viernes en un segundo referéndum en un año, dando un giro decisivo que fue atribuido al papel de la UE en la ayuda a Irlanda en la crisis económica.

No obstante, el tratado, que racionaliza la toma de decisiones del bloque de 27 países y crea una presidencia de mandato largo y un poderoso jefe de política exterior, solo entrará en vigor si Polonia y la República Checa siguen a otros estados miembros en su ratificación.

Se espera que el presidente polaco Lech Kaczynski lo firme pronto. Pero el presidente checo Václav Klaus, que ve al tratado como un paso hacia un superestado europeo donde los estados nacionales perderían soberanía, no ha aclarado sus intenciones.

"El pueblo irlandés ha hablado. Ha dicho un sonoro 'Sí' a Europa", dijo el sábado Jose Manuel Barroso, presidente de la ejecutiva Comisión Europea.

"Espero que los procedemientos necesarios para su entrada en vigor pueden ser completados tan pronto como sea posible en Polonia y República Checa", dijo en declaraciones repetidas por otros líderes de la UE.

En una nueva señal de presión para Praga, la presidencia sueca de la UE y Barroso se reunirán con el primer ministro checho Jan Fischer el miércoles en Bruselas.

Klaus rechazó hacer comentarios el sábado pero es probable que aguante al menos hasta que el Tribunal Constitucional checo se pronuncie en las próximas semanas sobre una recurso sobre el tratado interpuesto por un grupo de senadores.

¿ESPERANDO A REINO UNIDO?

El líder checo podría esperar hasta las elecciones británicas previstas para junio con la esperanza de que lleven al poder a la oposición conservadora, que ha dicho que celebrará un referéndum sobre el tratado si aún no ha entrado en vigor a pesar de que el Reino Unido lo ha ratificado.

Fischer dice que Klaus firmará el tratado, que ya ha sido aprobado por el parlamento checo, a finales de año.

"El primer ministro... está convencido de que la ratificación se completará de manera que el Tratado de Lisboa pueda entrar en vigor a finales de 2009", dijo la oficina de Fischer en un comunicado.

En una revocación del rechazo de Irlanda al tratado en junio de 2008, el 67 por ciento de los votantes irlandeses respaldaron la carta.

El tratado está diseñado para acelerar la toma de decisiones en un bloque que representa a 495 millones de personas pero se arriesga a perder influencia en la economía mundial en un momento en el que el poder se desplaza hacia China y otras potencias emergentes tras la crisis económica global.

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