Este artículo se publicó hace 16 años.
Los últimos inquilinos de la cárcel de Carabanchel
Seis familias de inmigrantes rumanos se resisten a marcharse del edificio abandonado
A mediodía de este miércoles se cumplía el plazo: el medio centenar de inmigrantes rumanos que desde hace dos años vive en la cárcel madrileña de Carabanchel debía abandonar el recinto. La razón: después de permanecer una década abandonado, lo que fue uno de los mayores símbolos de la represión franquista comenzaba a ser demolido. Pero a las dos de la tarde, unas seis familias aún permanecían en el inmueble, a pocos metros de donde las excavadoras comenzaron el martes a retirar cascotes y preparar el terreno para la demolición inminente.
"¿A dónde vamos a ir?", se preguntaba Rosi, en un perfecto castellano. Bajo una lluvia incesante contaba cómo más de la mitad de sus compañeros había ido abandonando las instalaciones en las últimas horas. "Algunos han regresado a Rumanía, pero nosotros no podemos, porque no tenemos dinero", explicaba. "De aquí no nos iremos hasta que vengan con una orden judicial", le apostillaba una de sus compañeras.
Entre las seis familias suman diez menores y algunos no pasan del año de edad. Entraban y salían del recinto carcelario a través de uno de los múltiples agujeros de la alambrada. Hace unos días, cuando una empresa de seguridad privada comenzó a vigilar el edificio, los agujeros empezaron a ser sellados.
Poco después de las 12 del mediodía se cerró el último. Precisamente, el que tenían los inmigrantes delante de su vivienda. Dos operarios colocaron una malla de alambre, mientras dos guardias de seguridad y una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía vigilaba que no se produjeran incidentes con los vecinos.
Ninguno de los últimos inquilinos del penal de Carabanchel hizo amago de protesta. "Podéis seguir entrando y saliendo por una de las puertas laterales", les explicó uno de los guardias de seguridad que desde el pasado jueves vigilan la antigua penitenciaria. Y así hizo Rosi, quien al llegar, tras una visita al médico, se encontró con la nueva alambrada.
Mientras las excavadoras permanecían ajenas a lo que ocurría a su alrededor y seguían apilando escombros, ya eran pocos los vecinos que se acercaban a curiosear un recinto que ha formado parte de su paisaje cotidiano durante más de 60 años. Alguno se lamentaba de que vaya a desaparecer la cúpula y no se mantenga como recuerdo de los que fueron encarcelados durante la dictadura franquista.
El último intento para tratar de preservar el símbolo más significativo del recinto se producirá mañana, en la Asamblea de Madrid. El Pleno debatirá una propuesta no de ley de IU que insta al Gobierno presidido por Esperanza Aguirre a intervenir ante el Gobierno central para que no se derribe la cúpula.
Fuentes del grupo parlamentario socialista señalaron ayer a Efe que votarán en contra. A pesar, incluso, de que en la última campaña a las elecciones autonómicas, en mayo de 2007, el PSOE madrileño prometió construir un Centro para la Paz en los antiguos terrenos de la cárcel.
Tal y como ocurrió el martes en la Comisión de Interior del Congreso, cuando PSOE y PP unieron sus votos para rechazar una propuesta de IU para salvar la cárcel, es muy probable que la escena se repita el viernes en la Asamblea de Madrid. Pero los vecinos de Carabanchel y Aluche, quienes desde hace tanto tiempo reclaman que se recuerde qué ocurrió en la cárcel, no se resignan. No les parece suficiente el monumento de recuerdo que figura en el protocolo de desarrollo firmado en junio por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Pero como ya advirtió Instituciones Penitenciarias, las cúpula es insalvable.
Los vecinos no se resignanEscrito de Garzón
Los vecinos de Carabanchel y Aluche entregarán en los próximos días un escrito al juez Baltasar Garzón para informarle sobre el inicio del derribo de la cárcel. En el escrito en el cual el magistrado se declaró competente para investigar los crímenes del franquismo pedía información sobre el penal.
Carta a Zapatero
Los vecinos recordaron ayer en una nota de prensa que la carta que enviaron a José Luis Rodríguez Zapatero solicitando un Centro de la Memoria Histórica aún no ha sido respondida.bien de interés culturalLas asociaciones también quieren implicar al Ministerio de Cultura en sus reclamaciones. Por ello, el pasado julio solicitaron a este departamento que declare Bien de Interés Cultural al Penal de Carabanchel.
Visitas guiadas
Las visitas guiadas a la cárcel que desde hace varios meses vienen realizando los vecinos se mantendrán. Aunque ahora tengan prohibido el paso al interior del recinto, los ‘tours' de visita se mantendrán todos los domingos a mediodía.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.