'Si no viviera con mis padres estaría ya en la cárcel', dice Israel. La desesperación hace estragos entre los que se ven sin trabajo y sin ingresos y la familia es el único colchón que salva a muchos. Como a Israel, de 29 años, que sabe que si no fuera por el apoyo de sus padres sería capaz de cualquier cosa para salir adelante.

No obstante, el aún cuenta con los 420 euros del subsidio que cobra y con el que puede contar cuatro meses más.

'He trabajado siempre en la construcción. Cuando estaba en la última obra, las cosas empezaron a ir mal y nos echaron a la calle', recuerda. Israel decidió entonces sacarse el carné de carretillero: 'Entonces conseguí colocarme tres meses, y luego, otra vez a la calle'.

A través de empresas de trabajo temporal ha encontrado pequeños empleos esporádicos de mozo de almacén, pero nada que le sirviera para mantenerse. Ahora ni siquiera tiene eso. 'He preguntado en todas las obras, no hay nada. Tengo la esperanza de que me salga algo de carretillero, aunque he echado muchísimos currículum y en todos sitios me han dicho que ya me llamarán, pero de momento nada', dice.

Aún cuenta con los 420 euros del subsidio que cobra y con el que puede contar cuatro meses más

En casa de sus padres, sólo su padre tiene ahora trabajo, pero no saben por cuanto tiempo: 'Es montador de andamios y le han dicho que para este año sí que hay trabajo, pero no le aseguran nada para el año que viene'.

Israel quiere pedir el nuevo subsidio de 420 euros en cuanto se apruebe su ampliación, aunque tendrá que esperar para que se lo concedan: es incompatible con cualquier otro tipo de ayuda. Tendrá que esperar a que su subsidio actual se agote, a quedarse a cero, para tener derecho a cobrar 420 euros al mes.