Este artículo se publicó hace 16 años.
La visita del Papa reaviva en Francia la polémica sobre la "laicidad"
La visita que inició hoy Benedicto XVI a Francia ha reavivado la polémica sobre la "laicidad" y la separación de Estado e Iglesia que rige en este país desde 1905.
La posición expresada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a favor de una "laicidad positiva", unido a la calurosa acogida que le ha brindado a Benedicto XVI, han contribuido a reavivar la polémica.
En su viaje a Roma el pasado diciembre, el conservador Sarkozy preconizó una "laicidad positiva", lo que suscitó críticas en Francia en sectores muy apegados a la separación entre Iglesia y Estado, pero fue bien visto en la Santa Sede.
Hoy, en su discurso en el Elíseo ante el Papa, Sarkozy ha respondido a esas críticas al afirmar: "En la República laica que es Francia, todos le acogen con respeto como jefe de una familia espiritual cuya contribución a la historia del mundo y de la civilización es incontestable y no se pone en duda".
Añadió que "es legítimo para la democracia y respetuoso con la laicidad dialogar con las religiones" y "sería una locura que nos priváramos, sería simplemente un ataque contra la cultura y contra el pensamiento. Por eso hago un llamamiento por una laicidad positiva", declaró.
Sarkozy y su esposa, Carla Bruni-Sarkozy, recibieron al Papa al pie de la escalerilla del avión y posteriormente le ofrecieron una recepción en el Palacio del Elíseo, y a las 12.00 hora local (10.00 GMT), las campanas de las iglesias de París redoblaban para darle la bienvenida.
Benedicto XVI visita un país en el que, pese a su larga tradición católica, hay una tendencia de disminución de católicos en los últimos años. Un 51 por ciento de los franceses afirma ser católico, según los estudios más recientes.
Los editoriales de los principales periódicos del país se hacen hoy eco de la polémica y diversos grupos y sindicatos han convocado manifestaciones y protestas por las posiciones de la Iglesia sobre el aborto y la sexualidad y para exigirle que deje de "inmiscuirse en la política".
"Le Monde" critica en un editorial la "propensión" de Sarkozy "a mezclar convicciones personales" y su papel de "guardián laico", al señalar que si bien las religiones tienen un lugar en la sociedad, "la República es neutra".
El diario de izquierda "Libération" afirma que "esperamos que el discurso de Benedicto XVI sea audible porque este intelectual francófono tiene cosas que decir sobre las competencias de la Iglesia y el Estado que, según él, no deben confundirse ni enfrentarse sistemáticamente".
El periódico católico "La Croix" recuerda que el Papa ha hablado en varias ocasiones sobre la "laicidad sana" y señala que Benedicto XVI no criticará el modelo francés que, según afirma, relega la religión a la esfera privada.
"Le Parisien" titula "Nicolas Sarkozy, un creyente sin complejos", una noticia en la que recuerda que el presidente francés afirmó en entrevistas publicadas en un libro en 2004 que "soy de cultura católica, de tradición católica, de confesión católica".
En el debate sobre el laicismo, el líder centrista francés y católico, François Bayrou, criticó que Sarkozy recibiera al Papa en el Elíseo, pero indicó que él asistirá a algunos actos religiosos.
Mientras, el alcalde de París, el socialista Bertrand Delanoe, dijo que irá a las ceremonias oficiales pero no a las religiosas.
Diversas organizaciones, entre ellas la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), "Act Up" y "La Marcha de las Mujeres" participan en la convocatoria de una manifestación para esta tarde en la estación de metro Filles du Calvaire (Hijas del Calvario).
La Federación Anarquista y la Federación Nacional de Libre Pensamiento, la Liga Francesa de Enseñanza, la Unión de Ateos han convocado también manifestaciones para mañana y el domingo.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.