Este artículo se publicó hace 13 años.
Wal-Mart gana la mayor demanda por discriminación sexual de EEUU
Los 1,6 millones de mujeres demandantes deberán denunciar a título personal.
David contra Golliat. El mayor minorista del mundo contra 1,6 millones de mujeres . La batalla judicial del año ha dado el triunfo del gigante después de que el Tribunal Supremo de EEUU haya rechazado la demanda colectiva presentada contra la cadena de tiendas Wal-Mart, un imperio comercial con más de un millón de empleados, al que sus trabajadoras denuncian por discriminación sexual.
La sentencia determina que la demanda no puede continuar como querella colectiva. Sí permite que las demandantes lo hagan a título individual, lo que permitiría a la empresa a alcanzar con cierta facilidad acuerdos a menor coste.
De esta manera, el Supremo se ha alineado con los argumentos de Wal-Mart, que ha defendido durante el proceso que sus políticas prohíben explícitamente la discriminación y promueven la diversidad en su plantilla laboral. El caso arrancó en 2001, cuando seis empleadas demandaron a la compañía por discriminación tanto en su remuneración como en sus posibilidades de ascenso por razón de género.
La cadena cuenta con más de un millón de empleados
Wal-Mart, fundado en 1962 por Sam Walton, tiene un historial laboral complicado, y de hecho no permite que ninguno de sus empleados se afilie a un sindicato, una de las razones por las que no ha conseguido implantarse en la ciudad de Nueva York. Además ha sido criticado por no tratar muy bien a sus trabajadores ganan poco más de 15.500 dólares al año, cerca del salario mínimo y por su impacto negativo en las economías locales. Sin embargo, el año pasado registró unas ventas por 400.000 millones de dólares y ganancias de más de 15.000 millones de dólares el año pasado, tiene 3.400 locales en 41 regiones de Estados Unidos, y cuenta con más de un millón de empleados.
La mujer que promovió la primera denuncia fue Betty Dukes, recepcionista en una tienda de Walmart en Pittsburg (California), tras constatar que la empresa la había discriminado tanto en el sueldo como en las posibilidades de promocionar por ser mujer y negra.Once días después de que Dukes presentase su querella se le sumaron otras cinco mujeres, y luego la demanda se convirtió en un caso de discriminación por género en toda la compañía.
De hecho, las primeras mujeres que denunciaron a la cadena en San Francisco en 2003 alegan que se les debería permitir ir a juicio contra el minorista por haber recibido salarios inferiores y menos promociones que los hombres en los 3.400 centros estadounidenses (Wal-Mart tiene más de 8.000 tiendas en todo el mundo) desde finales de 1998.
Visto bueno a la demanda colectivaEn junio de 2001, el juez federal de San Francisco Martin Jenkins aprobó agrupar el caso como querella colectiva, dentro de algunos márgenes de una ley que regula estas situaciones.
El juez definió al grupo demandante como "todas las mujeres empleadas en cualquier tienda de Walmart en Estados Unidos desde diciembre de 1998", indicando que esas mujeres "han sido o pueden haber sido sujeto de las políticas de remuneración y promociones cuestionadas en Walmart".El dictamen, ratificado el año pasado por el Tribunal de Apelaciones del Noveno Distrito Federal, implicaba que la demanda por discriminación por género, a la que se unieron 500.000 trabajadoras, podía extenderse a todas las empleadas o ex empleadas de la firma, lo que sumaría 1,6 millones.
Walmart apeló al Tribunal Supremo alegando que no había lugar para una demanda colectiva por tres razones. En primer lugar, argumenta el tribunal, las mujeres "tenían diferentes empleos, en diferentes tiendas, en estados diferentes y bajo la supervisión de gerentes distintos". El segundo motivo tiene que ver con los suelos atrasados que reclamaban las demandantes, y que, según la empresa, no está respaldada por la legislación actual bajo ninguna circunstancia. El tercer argumento de los abogados de Walmart es que darle curso a la querella de un grupo tan grande violaría los derechos de la empresa bajo la Constitución de Estados Unidos, y los derechos de las empleadas que no estén involucradas directamente en el caso.
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