Año tras año, los piojos vuelven a aparecer en las escuelas, y hay que ponerse en marcha para combatirlos. Seguro que has oído muchos trucos caseros para hacerlo, aunque son numerosos los que no funcionan. Más vale más ir sobre seguro y atender a lo que nos dicta la ciencia.
Para que no tengas ese problema con los más pequeños de la casa, te ponemos al tanto de qué hacer para evitar el contagio y cómo erradicarlos si ya tienes pediculosis. ¡No volverás a tener miedo de que haya piojos en el cole!
¿Qué son los piojos?
Como hay que conocer al enemigo para combatirlo, has de saber que los piojos son unos pequeños insectos parásitos sin alas del tamaño de una semilla de sésamo. De tal modo, necesitan encontrarse en contacto con la piel para poder alimentarse de sangre, en una zona del cuerpo con cabello para poder agarrarse al pelo. De tal modo, provocan que pique mucho la cabeza, y si uno se rasca puede terminar provocando una infección en el cuero cabelludo.
En el momento en que los piojos se alojan en la cabeza de una persona, comienzan a poner las liendres, que es como se denomina a sus huevos. Se calcula que ponen unos ocho al día, pegados a las hebras del cabello y cerca del cuero cabelludo. Si su color es amarillo, los piojos están en el interior, porque el huevo todavía no ha eclosionado, pero si su tonalidad es marrón o similar, ya lo ha hecho y los piojos andan por la cabeza.
Formas de contagio
Lo primero que hay que tener claro, pese a alguna creencia generalizada, es que los piojos no saltan ni vuelan. Uno se infecta cuando entra en contacto con un sitio en el que están pegados. Los objetos habituales en los que pueden encontrarse son cepillos, peines, gomas y cintas del cabello, prendas y accesorios de vestir, y ropa de cama, como cojines, mantas, almohadas, edredones y sábanas, sin olvidar los sacos de dormir. Si te abrazas a alguien y pegas la cabeza contra la suya, también puedes contagiarte, pero el piojo se desplaza caminando no saltando.
Todo ello provoca que los piojos se propaguen más en los colegios, campamentos y entornos infantiles, puesto que niños y niñas suelen jugar muy juntos y compartir objetos con más frecuencia que lo que solemos hacer los adultos.
Hábitos para evitar el contagio
La prevención es el primer factor para librarse de contraer piojos y sufrir pediculosis. Lo más habitual es que el contagio se produzca por entrar en contacto con alguien que los tiene. De tal manera, si en el colegio hay piojos, lo mejor es que utilices ceras de peinado que sean repelentes a estos insectos o que rocíes el pelo a los niños con un espray antipiojos antes de ir al cole. Y cada una o dos semanas realizar una revisión visual, mejor con lendrera, para asegurarse de que en su pelo no hay piojos ni liendres.
Otro hábito recomendable es utilizar una vez a la semana un champú preventivo y una mascarilla para el pelo antipiojos. De igual modo, enseña a los niños que cepillos, peines y prendas de vestir no se prestan ni intercambian, lo cual incluye además de a la ropa, también accesorios como gorros, cintas de pelo y bufandas.
Peinados y piojos
El pelo largo y suelto tiene más probabilidades de coger piojos, por lo que lo mejor es peinarlo recogido y con la nuca despejada. Además, pese a lo que algunos puedan pensar, a los piojos les encanta el pelo limpio, por lo que estar lavando continuamente la cabeza no hará que evites que uno se contagie. Esto es así porque los piojos se mueven fácilmente por el cabello limpio, y pueden sujetarse mejor. Por el contrario, cuando está sucio, con la grasa natural que genera el cuero cabelludo o factores como la caspa, provoca que los piojos tengan dificultad para desplazarse y alimentarse.
Tratamiento contra la pediculosis
Si pese a todo ello, los niños vienen con piojos del cole y se los han pasado a todos los miembros de la familia, hay que ponerse manos a la obra. Evita trucos caseros y tradicionales que no solventarán el problema y provocarán que, casi con total seguridad, haya una recaída. Lo adecuado es eliminar los piojos y las liendres de manera manual con la ayuda de un peine metálico para piojos en el cabello húmedo, puesto que al mojarse los piojos se quedan quietos. Después, deberás usar pediculicidas.
Encontrarás diversos tratamientos de este tipo en las farmacias, donde puedes dejarte aconsejar por el profesional que te atienda y usar el más adecuado para vuestras circunstancias. En cualquier caso, ten en cuenta que los tratamientos más efectivos son los que se aplican en tres fases con tres productos específicos: la loción antipiojos, el champú antipiojos y un espray protector del cuero cabelludo.
Sabiendo todo esto ya tienes las herramientas para hacer frente a este desagradable problema con el que es habitual tropezarse, sobre todo, durante el curso escolar. Previene y evita el contagio.
