¿Qué peligro tienen las bebidas «excitantes»?

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Sin duda, unas de las bebidas que más se venden y consumen a diario son las bebidas energizantes. Y aunque se intenta regular su consumo para concienciar de lo pernicioso que puede llegar a ser tomarlas a diario, especialmente en los más jóvenes, todavía hay muchas personas que no son conscientes de los peligros que entrañan para la salud.

Para que no haya lugar a dudas, hoy te contamos qué peligro tienen las bebidas «excitantes», por qué debes limitar su consumo y cuáles son los motivos por los que se ha de vigilar especialmente cuándo las toman los más jóvenes.

Qué son las bebidas energéticas

bebidas energéticas
Lineal de supermercado con bebidas energéticas/Foto: Pixabay

De manera general y tradicionalmente, se ha llamado bebidas excitantes a aquellas que contienen cafeína, como el café o los refrescos de cola, pero en las últimas décadas, se han popularizado otras que la contienen en mayor grado, así como otros elementos en su composición que pueden causar problemas para la salud: las bebidas energizantes o energéticas.

De tal modo, se consideran como tal todas aquellas que contienen cafeína, azúcar, taurina, algunas vitaminas y extractos de hierbas. En ningún caso llevan alcohol en su composición.

Una sola bebida energizante puede incluir una cantidad de cafeína similar a la de un café, aunque las hay que tienen la misma que si te tomaras cuatro tazas. A eso hay que sumarle las otras sustancias que la convierten en una bomba para la salud si se consume a diario o con frecuencia. De tal modo, pueden superar las dosis recomendadas diarias de cafeína para adultos. Y están muy por encima de las de los niños.

Los consumidores habituales de las bebidas energizantes aseguran que las toman para estar más despiertos, aguantar toda la noche sin dormir o tener más vitalidad. Pese a ello, no deben confundirse este tipo de bebidas excitantes con las bebidas para deportistas o isotónicas. Estas últimas están elaboradas para suplir el desgaste de azúcar y sales minerales en el organismo después de una intensa actividad física.

Consecuencias del consumo de bebidas excitantes

Lata
Lata de bebida energética/Foto: Pixabay

La combinación de cafeína, taurina, azúcar y extractos de hierbas en su composición u otros ingredientes similares, provoca una elevada estimulación del sistema nervioso. Por ello se incrementan las contracciones cardíacas, que dan lugar a arritmias, palpitaciones, insomnio, trastornos de conducta y subida de la presión arterial. En el peor de los casos, el consumo de las bebidas energéticas causa convulsiones o incluso la muerte súbita por accidente cardiovascular.

Pero no has de pensar que el problema es únicamente la cafeína o la taurina, en relación al sistema nervioso y al corazón. El azúcar constituye otro riesgo muy serio. Ello es debido a la cantidad de azúcar que una sola lata contiene: entre cinco y diez cucharaditas. De tal modo, problemas de salud como la obesidad y el sobrepeso también se relacionan con su ingesta.

Sin embargo, aunque se comercialicen algunas de estas marcas de bebidas sin azúcar, ten en cuenta que esta se sustituye por otros edulcorantes y el riesgo de los otros ingredientes tampoco disminuye.

Efectos nocivos en jóvenes

Dos personas bebiendo una bebida isotónica
Dos personas bebiendo una bebida isotónica – iStockphoto

Uno de los principales problemas en la actualidad es que los mayores consumidores de este tipo de bebidas son los adolescentes y los niños, la población más vulnerable. Y como no tienen alcohol en su composición, hay adultos que les permiten tomarlas sin darles importancia y sin controlar su cantidad, porque creen que son simples refrescos.

Pero además de perjudicar el sistema nervioso y en el corazón, el consumo de las bebidas energizantes en los más jóvenes provoca otros efectos adversos: mala calidad de sueño, bajo rendimiento escolar, depresión, incremento de la tensión arterial y de las hiperglucemias y problemas dentales y óseos, especialmente serios en la etapa de crecimiento.

Por todo ello, las autoridades sanitarias y especialistas de diversos países recomiendan que los menores de 12 años no tomen bajo ninguna circunstancia este tipo de bebidas, y a partir de esa edad se desaconseja su consumo hasta los 25 años. Además, el riesgo se multiplica en esta horquilla de edad, puesto que suelen tomarse mezcladas con alcohol.

Y es que por un lado reducen la fatiga mental y dan mucha energía, pero no modifican el estado de embriaguez, de modo que los actos y actividades que se cometen tras beber esta mezcla son de alto riesgo sin ser siquiera conscientes de ellos. Por si eso fuera poco, incrementan el deseo de beber más alcohol e incluso pueden potenciar sus efectos.

Consumo de bebidas energizantes

De tal modo, para cuidar la salud, no se aconseja el consumo de este tipo de bebidas. Si un adulto las toma, que sea de forma ocasional y esporádica, siempre y cuando no se sea especialmente sensible a la cafeína. Y nunca deben mezclarse con bebidas alcohólicas.

Y no olvides que las bebidas energizantes no deben ser consumidas por mujeres embarazadas, pacientes con enfermedades cardiovasculares, diabéticos, personas con problemas renales o con trastornos de ansiedad.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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