Este artículo se publicó hace 13 años.
El éxodo rural fulmina los recursos naturales
La Reserva de Alto Bernesga lucha contra la despoblación
La función de las Reservas de la Biosfera es proteger tanto los recursos naturales como el desarrollo económico y humano de estos territorios. Muchas de estas zonas, no obstante, se enfrentan a un grave problema de éxodo rural que termina no sólo con un abandono de la cultura y las tradiciones de la región sino también de la conservación del entorno. La Reserva de la Biosfera de Alto Bernesga (León) ha sufrido un importante descenso de población en los últimos años. Uno de los municipios que la integran, La Pola de Gordón, ha puesto en marcha un programa, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, para luchar contra la despoblación en la zona. A través de la cualificación y formación de las mujeres rurales, el objetivo es la recuperación demográfica y socioeconómica de esta reserva. "El binomio hombre-biosfera es lo más importante, y hay que evitar la extinción del primero en estas zonas", explica Benedicta Rodríguez, técnica gestora de la Reserva de Alto Bernesga.
El proyecto que han desarrollado se compone de tres puntos: formación, orientación a emprendedores y creación de asociaciones de empresarios. "Hay que hacer que los oficios tradicionales sean rentables, darles una visión de mercado actual", añade Rodríguez. Además de cursos de formación homologada en diferentes áreas, el programa anima a sus vecinos a utilizar los recursos naturales para crear productos y servicios innovadores y productivos económicamente. Rodríguez señala que la agricultura y la ganadería ecológicas, así como la apicultura o la formación en turismo "no sólo pueden ser rentables sino que también ayudan a recuperar montes y pastos".
El programa anima a crear etiquetas ecológicas y marcas de calidad
Aunque la visión económica tradicional presenta como incompatibles el de-sarrollo de las comunidades rurales y la conservación de la naturaleza, la orientación que se ofrece a estos nuevos emprendedores promueve el crecimiento aprovechando los espacios naturales. La agricultura ecológica, por ejemplo, fertiliza y frena la desertificación, manteniendo los hábitats de los animales silvestres. El programa puesto en marcha en La Pola de Gordón incluye un análisis de la situación de partida para conocer los aspectos relacionados con la finca (suelo, clima, etc.) y saber cómo se va a enfocar la nueva gestión. "La implantación de marcas de calidad, denominaciones de origen y etiquetas ecológicas supone un alto valor añadido para estas zonas", resume Rodríguez.
La elevada participación de mujeres unas 350 colaboraron en la primera fase del proyecto, que terminó el pasado enero ha llevado a ampliar el programa un año más. Un Observatorio Permanente sobre despoblación y mujer rural realizará un seguimiento de los resultados obtenidos. El propósito es que los 5.200 vecinos que componen la Reserva de la Biosfera de Alto Bernesga no sólo no se sigan reduciendo sino que tengan la posibilidad de ampliarse.
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