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La NASA confirma el hallazgo de agua en Marte

La sonda espacial ‘Phoenix Mars Lander’ seguirá trabajando cinco semanas más de lo previsto en la superficie marciana

ANTONIO GONZÁLEZ

 

“Tenemos agua”. Estas palabras, pronunciadas ayer por el científico de la Universidad de Arizona William Boynton, pusieron ayer punto final a la incertidumbre sobre la existencia de agua en Marte. Aunque existían muchos indicios sobre la existencia del líquido elemento en el planeta rojo, la sonda Phoenix Mars Lander de la NASA ha permitido finalmente confirmar la noticia más esperada. Hay agua marciana. Y este es el paso clave para avanzar hacia la que realmente es la incógnita que subyace en todo el esfuerzo de exploración en el planeta rojo: determinar si hubo o hay alguna forma de vida en Marte.

Tras varios intentos infructosos, la muestra de agua fue encontrada el pasado miércoles a unos cinco centímetros de profundidad, en un trozo de suelo helado situado en el fondo de una zanja en la superficie donde trabaja la sonda Phoenix.

“Ya habíamos visto evidencias de que había agua anteriormente gracias a las observaciones de la sonda espacial Mars Odyssey –lanzada en 2001–, y también en pedazos de terreno observados por la sonda Phoenix el mes pasado, pero esta es la primera vez que el agua marciana ha sido tocada y probada”, añadió el científico, responsable del Analizador de Gas Evolucionado y Termal (TEGA) de la agencia espacial estadounidense.

Tras el esperado hallazgo, la misión de la sonda espacial, cuya conclusión estaba prevista para finales de este mes de agosto, se prolongará hasta el próximo 30 de septiembre, añadiéndose de esta forma cinco semanas a la duración inicial de la expedición, fijada en 90 días.

Esto será posible gracias a que la Phoenix mantiene “un buen estado de salud”, así como porque las condiciones para que la sonda pueda seguir surtiéndose de energía solar son positivas.

“Tenemos que aprovechar que tenemos a la sonda en una de las localizaciones más interesantes del planeta”, explicó por su parte en Washington (EEUU) Michael Meyer, responsable científico del Programa de Exploración de Marte de la NASA.

Tras fracasar en otros intentos debido a que el material helado quedaba adherido al brazo de la sonda espacial, finalmente el pasado miércoles el éxito coronó los esfuerzos de los ingenieros de la agencia gracias a que la muestra de material estuvo dos días expuesta al ambiente, permitiendo que parte del agua que contenía se evaporara y haciendo factible manipular la muestra.

“Marte nos está dando algunas sorpresas, indicó por su parte otro de los investigadores involucrados en la misión de la Phoenix, Peter Smith, de la Universidad de Arizona, que reconoció estar sorprendido por la forma en que han tenido que manipular las muestras de terreno para lograr sus objetivos, ya que se quedaban pegadas al brazo robotizado al sacarse del suelo, de forma muy distinta a lo que se había previsto en simulaciones de laboratorio. “Esto ha supuesto un reto a la hora de manejar las muestras de terreno, pero estamos encontrando maneras de superar estas dificultades y estamos consiguiendo mucha información que nos ayudará a entender este tipo de terreno”, agregó.

Según indicó la NASA en un comunicado, desde que el pasado 25 de mayo la sonda se posara en el suelo marciano, la Phoenix se ha dedicado a investigar la composición del suelo con ayuda del laboratorio TEGA, un microscopio, cámaras de televisión y una sonda.

Tras confirmar, sin lugar a dudas, la existencia del agua, el siguiente paso será ahora analizar la muestra obtenida para tratar de determinar si en algún momento pudo albergar compuestos ricos en carbono y otros elementos que hubieran hecho posible que el planeta rojo albergara vida. En breve se conocerá la respuesta.

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