Público
Público

"No me puedo permitir deprimirme"

Una mujer con epilepsia de Lafora se aferra a la supervivencia de una de sus tres hijos para no caer en la depresión.

AINHOA IRIBERRI

Consuelo Martín, residente en Toledo, acompañaba en el Hospital 12 de octubre de Madrid a su hija de 11 años, aquejada de convulsiones incontrolables. Los médicos no sabían qué tenía y le estaban haciendo pruebas. Fue entonces cuando su marido le llamó para decirle que su otra hija, la mayor, de 16 años, había presentado los mismos síntomas, por lo que la trasladaron a Madrid. El diagnóstico cayó como un mazazo. Las dos niñas tenían epilepsia de Lafora y uno de sus dos hijos mellizos sufriría la enfermedad en un futuro.

Los acontecimientos se precipitaron. Su hija mayor falleció a los 21 años y cinco días después, su hijo Ángel comenzaba con las convulsiones. Murió cinco años más tarde.

Marta, la primera en mostrar síntomas de la fatal enfermedad, vive todavía y es la mayor ilusión para su madre, que explica que su elevada supervivencia es muy rara en este tipo de epilepsia. A día de hoy no tiene equilibrio, no habla y todo lo que come ha de estar triturado.

Consuelo no se permite deprimirse y disfruta de su hija, como también lo hace de sus dos nietos, hijos de su único descendiente sano: “Conozco casos en los que todos los hijos estaban afectados, así que el mío no es de los peores”.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?