Este artículo se publicó hace 14 años.
Los 'nómadas' nucleares franceses, a juicio
Entre 20.000 y 30.000 subcontratados se encargan de las tareas más peligrosas
El Tribunal laboral de Ruán, al oeste de París, examinará a partir de hoy el caso de Philippe Billard, un técnico nuclear despedido por la firma Endel que está destapando en Francia el escándalo de los subcontratistas del sector atómico. Billard, sindicalista y fundador de una asociación, pelea para que el país líder de la energía nuclear civil reconozca una cruda realidad: entre 20.000 y 30.000 obreros no son empleados por las centrales sino por "subcontratistas en cascada", están a cargo de las tareas más peligrosas, absorben el 80% de las radiaciones y no tienen seguimiento médico fijo.
Billard fue el primero en denunciar esa realidad. Empleado de la firma Endel, que es uno de los cuatro grandes subcontratistas de las centrales administradas por EDF, se negó en 2005 a aceptar convertirse en un "nómada del sector nuclear". Es decir, se negó a que lo cambiaran de destino y de central cada semana, como ocurre con al menos 18.000 de sus colegas.
Así lo explica: "Yo trabajaba en el mantenimiento de las centrales de la región de Normandía. Pero me impliqué mucho para que los empleados que trabajamos para subcontratistas denunciemos cuando sufrimos accidentes de trabajo". El empleado asegura que le intentaron despedir cuando comenzó a tratar de convencer a sus compañeros de que denunciaran.
La inspección de trabajo y el ministerio ya ordenaron la reintegración del trabajador, por gozar este de la protección de un mandato sindical. Pero aun así, la empresa se niega a reincorporarlo. El juicio de mañana precederá a otro, más importante, ante la Justicia penal, derivada de una querella de Philippe Billard contra Endel.
La cerrazón de la empresa Endel tiene su motivo. La asociación de Billard, Salud-Subcontratistas, consiguió en enero pasado una victoria histórica, cuando por primera vez los tribunales reconocieron que un empleado de una subcontratista del sector nuclear había contraído un cáncer a consecuencia directa de su trabajo para EDF.
Anne Thébaud Mony, investigadora del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM), ha afirmado que "la industria nuclear organiza el no-seguimiento médico de los trabajadores más expuestos", es decir, los empleados de las subcontratistas, fuera tanto de las investigaciones epidemiológicas como de las estadísticas sobre el personal de las centrales.
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