Este artículo se publicó hace 14 años.
Ozzy Osbourne, 'heavy' hasta los genes
El ADN del cantante explica cómo ha sobrevivido a décadas de alcohol y drogas
Si hay alguien en el mundo que pueda mojarle la oreja a Arturo Pérez Reverte y seguir vivo, ese debe ser sin duda Ozzy Osbourne. El antiguo líder de Black Sabbath puede presumir de ser el tipo más duro del mundo con certificado genético. Su ADN, secuenciado por la empresa de Misuri Cofactor Genomics y analizado por la compañía Knome, con sede en la Universidad de Harvard, explica cómo es posible que conserve la vida después de deglutir cuatro botellas de coñac al día durante décadas, como él mismo confiesa.
El análisis revela que posee una mutación en un gen llamado ADH4 que le facilita la digestión del alcohol. Aunque como el propio Osbourne escribía el pasado fin de semana en The Sunday Times, no está "seguro de necesitar a un científico de Harvard para llegar al fondo de ese misterio".
La idea partió de un propósito poco usual en los sesudos estudios científicos. En el rotativo británico, Osbourne, de 61 años y contando, explica cómo le convencieron: "Eres un milagro médico", le dijeron. "Has pasado 40 años en una juerga de alcohol y drogas. Te rompiste el cuello en un quad. Has muerto dos veces en un coma químicamente inducido. Saliste sin un rasguño después de que tu autobús de la gira fuera embestido por un avión. Tu sistema inmune estaba tan comprometido que tuviste un diagnóstico positivo de VIH durante 24 horas hasta que descubrieron el error. Y estás aquí, vivo y coleando".
Cromosomas de aceroOsbourne confiesa que, cuando le propusieron la idea de estudiar de qué estaban hechos sus genes, el único gene (gen en inglés) que conocía era Gene Simmons, el bajista de Kiss. Pero aceptó. Los resultados se presentan esta semana en una conferencia TED en San Diego (EEUU) con la asistencia del interesado y su mujer, Sharon.
Algunas conclusiones son puramente anecdóticas. El ADN mitocondrial de herencia materna revela que hace 1.000 años tuvo un antepasado común con el humorista estadounidense Stephen Colbert. Otros personajes con los que comparte parentesco lejano son el último zar de Rusia Nicolás II, el rey Jorge I de Inglaterra, el forajido Jesse James, los neandertales y, como curiosidad, los pompeyanos que murieron arrasados por la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era. "Si alguno de los Osbourne romanos bebía tanto como yo, ni siquiera habría sentido la lava", razona Ozzy.
Los investigadores estaban especialmente interesados en los genes que se relacionan con el consumo de drogas y bebidas espirituosas. Los del cantante le hacen seis veces más propenso a la adicción al alcohol que el ciudadano medio y 1,3 veces más inclinado a la cocaína, pero menos tendente a la heroína que nunca le gustó, admite y al tabaco. El hecho de que su probabilidad de alucinar al fumar cannabis sea 2,6 veces mayor de lo normal no le llama la atención: "Solía estar tan colgado de tantas cosas a la vez que era difícil saber qué hacía qué".
Como resumen, dicen los científicos, los genes de Osbourne le han salvado de la muerte porque unen rasgos de "warrior y worrier", o de riesgo y precaución. Pero Nathan Pearson, director de investigación de Knome, dio con la clave. "Creo que puedo decirte con bastante confianza por qué sigues vivo", le dijo. "Vamos respondió Ozzy, escúpelo". El científico replicó: "Sharon".
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