Este artículo se publicó hace 13 años.
Palomares depende de "un acuerdo entre gobiernos"
El Ciemat considera que todos los estudios ya están hechos
La delegación hispano-estadounidense de técnicos y científicos que visitó ayer Palomares cree que ha llegado el momento de rehabilitar la tierra contaminada de plutonio. El cómo y el cuándo se lo dejaron a los gobiernos de ambos países. Sobre la decisión de llevarse los residuos a EEUU, el portavoz estadounidense sólo aseguró que se buscará una solución satisfactoria para las dos partes.
Poco después de las 10 de la mañana de ayer, la comitiva formada por una veintena de técnicos salió del hotel de Mojácar (Almería) donde pasaron la noche rumbo a las tres zonas donde aún se percibe la radiación de las bombas caídas hace 45 años: la zona 2 (junto al cementerio de Palomares y donde se quiere construir ahora un parque temático), la zona 3 (en el casco urbano de Palomares) y la zona 6 (en la cercana playa de Villaricos). Antes de subirse al microbús, el director general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), Cayetano López, y el portavoz de la Embajada de EEUU, Jeffrey Galvin, atendieron a los medios durante apenas siete minutos.
"EEUU está comprometido", dijo el portavoz de la Embajada
"El objetivo de esta visita es que un grupo de técnicos de primer orden en remediación y rehabilitación de terrenos contaminados asesore a los españoles para finalizar el plan de rehabilitación de Palomares", dijo López. En la zona hay 41 hectáreas de terreno controladas por el Ciemat y, según el plan previsto, habría que tratar in situ unos 50.000 metros cúbicos de tierra, que se quedarían en 6.000 tras el tratamiento.
El destino de estos residuos es donde se atasca el plan. "Esta comisión no toma ninguna decisión o toma decisiones técnicas del cómo, pero las decisiones políticas las toman los gobiernos", recordó el director general del Ciemat.
El portavoz de la Embajada de EEUU insistió en que no era el momento de tratar el tema, pero que su país "está comprometido en seguir colaborando en ese asunto para llegar a una solución satisfactoria para España", aclaró. Al insistirle sobre la cuestión, Galvin dijo: "Esas son decisiones que tienen que tomar de Gobierno a Gobierno".
El director del Ciemat recordó que la comisión no toma decisiones
Si se revisa el perfil de la delegación estadounidense, se sacan dos conclusiones. Por un lado, se trata de personal de alto nivel. Por otro lado, además de los habituales expertos en el efecto de la radiación sobre las personas y el ambiente, esta vez vienen técnicos especializados en el tratamiento de zonas contaminadas y en la gestión de materiales.
Es el caso de Frank Disanza, director del Proyecto de Gestión de Residuos de la Zona de Seguridad Nacional de Nevada (el lugar donde los ecologistas españoles consideran que debería acabar la tierra de Palomares). También están el coronel Hans Honerlah, del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU, y Christine Gelles, responsable en el Departamento de Energía de la gestión de material radiactivo heredado del programa de ensayos nucleares de EEUU.
El director general del Ciemat recordó que la población local no corre riesgo. "La contaminación que queda es subterránea y las zonas donde la hay están protegidas y valladas". Sin embargo, la zona 6 sólo muestra carteles de advertencia. "Es la que tiene un nivel más débil, pero si hace falta, se vallará", aclaró. Para López, "sólo se correría un riesgo si se removieran esas tierras y pasaran al aire". Al llegar a la zona 2, todos los miembros de la delegación tuvieron que ponerse unas fundas de plástico blanco para evitar sacar tierra del lugar pegada a los zapatos.
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