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El complejo laberinto para hablar por el móvil en avión

Una regulación férrea y la incapacidad de los implicados para trabajar en grupo ponen trabas al sistema

BLANCA SALVATIERRA

Air France permitirá a los pasajeros utilizar sus teléfonos móviles durante el vuelo a finales de este año. Gracias a un acuerdo con el operador de aerotelecomunicaciones OnAir, comenzará a ofrecer estos servicios a bordo de un avión Airbus 318. Al igual que ya hace la línea aérea australiana Qantas desde el pasado abril, Air France comenzará con una primera etapa de tres meses en la que la comunicación estará limitada al intercambio de datos. Según la propia compañía, después se autorizará la realización de llamadas.

El sector aeronáutico siempre ha sido pionero en el desarrollo de tecnologías, pero sus prioridades, por encima de la comodidad, son la seguridad y la certificación. Que los clientes no puedan aún hablar con sus móviles en los aviones no se debe sólo a un problema técnico de seguridad, sino a una serie compleja de regulaciones nacionales e internacionales.

Las telecomunicaciones están reguladas por unas autoridades que no tienen nada que ver con las aeronaúticas (Federal Aviation en EEUU y EASA en Europa), que además no tienen por qué mantener los mismos criterios. Y son las autoridades aeronáuticas las que deciden en última instancia si un móvil no certificado puede funcionar en condiciones seguras. A ello hay que sumar que en cada país hay otra autoridad nacional aeronáutica y de telecomunicaciones que debe legislar estos servicios.

Muchos actores implicados

La percepción que mantiene el vocal del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) Gerardo Muros es que esos ámbitos regulatorios aún no se han encontrado. “Hasta ahora, si se necesitaban comunicaciones, los ingenieros aeronáuticos las facilitaban para la navegación, pero sin pensar en su compatibilidad con las comunicaciones de tierra”, explica Muros.

Viendo la experiencia que ya se ha puesto en práctica en Australia, así como la que está a punto de comenzar en Europa, Muros cree que la utilización de teléfonos móviles en los aviones estará prácticamente generalizada entre 2011 y 2013.

De hecho, al proyecto de Air France le seguirán líneas aéreas como TAP (Portugal) y BMI (Reino Unido). Iberia se ha mostrado muy interesada en este proyecto, pero las compañías aéreas son el último eslabón de una cadena que debe pasar de manera ineludible por el contacto entre las empresas de telecomunicaciones y las de aerotelecomunicaciones.

Connexion by Boeing fue una iniciativa pionera de Boeing por la cual los pasajeros podían acceder a Internet durante el vuelo. Pese al gran avance, la compañía decidió suspenderla por motivos comerciales. Su presidente, Jim McNerney, aclaró: “El mercado potencial que esperábamos para este tipo de servicios no se ha materializado”. Para Muros éste será otro aspecto vital a la hora de implantar la telefonía móvil personal en los aviones. Para las compañías aéreas resulta un proyecto interesante si supone una forma adicional de ingresos, pero el éxito de la iniciativa dependerá del coste para el usuario, que a su vez se fijará en función del acuerdo al que se llegue con los operadores internacionales.

Antonio Martín Carrillo - Decano del COIAE

1 - ¿Qué problemas hay para realizar llamadas de móvil en un avión?

El problema de las interferencias electromagnéticas es que no somos capaces de controlarlas de forma total. Es un campo en el que aún tenemos que explorar. El transporte por avión es el más seguro del mundo y no podemos permitirnos el menor error. Ante la duda, se ha optado por prohibir su uso por razones de seguridad, todos los aparatos que van en el avión han tenido que certificarse.

2 - ¿En qué se está trabajando en este momento?

Queremos sentar las bases para la creación del futuro Foro Internacional del Avión de banda ancha con la Fundación Aerospacio. Nuestro objetivo es explorar por qué no se desarrollan estos proyectos y solucionarlo, es decir, que las tecnologías de la información y las comunicaciones pasen a ser una más de las tecnologías aeronáuticas.

3 - ¿Es un problema de falta de inversión?

No, para las compañías aéreas es un buen negocio. Ofrecer un servicio de telefonía móvil les aporta un valor añadido que puede diferenciar unas de otras. El principal obstáculo, más allá del técnico, es de regulación. Es en lo que más hay que trabajar. El regulador tiende a ir a lo fácil, a que sólo se permitan las llamadas con aparatos certificados. El problema es que el sector avanza muy despacio.

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