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Windows 7: Un buen comienzo

Los autores del blog ‘Microsiervos ' prueban durante una semana el nuevo programa de Microsoft

CARLOS CHENEL / ÁLVARO IBÁÑEZ

Windows 7 ya ha llegado a los usuarios gracias a una versión 'beta pública' que Microsoft ha ofrecido para su descargada en Internet. El producto definitivo no añadirá nuevas funciones a las que ya tiene y se parecerá a lo que se puede ver hoy en día. El objetivo original de Microsoft es que Windows 7 esté listo para enero de 2010 e incluso podría adelantarse a finales de 2009.

Aunque el nombre elegido ha sido Windows 7, bien podría haberse llamado Windows 6.1 o Windows Vista «mejorado», que haría más honor al gran parecido que conservan. Las críticas a Vista, que se lanzó justamente hace dos años, han sido tantas que muchos usuarios no dieron el salto desde Windows XP y otros incluso volvieron a la versión anterior. La lentitud de arranque o en las copias de ficheros a través de USB, el alto consumo de RAM, la complejidad en la detección de redes y los problemas de compatibilidad fueron muchas de las quejas de los usuarios que han sido especialmente atendidas en Windows 7.

Los requisitos mínimos para instalar Windows 7 son los mismos que para Vista: un PC con procesador de 32 ó 64 bits que corra al menos a 1 GHz, 1 GB de memoria RAM, 16 GB libres en el disco duro, unidad DVD y tarjeta gráfica con soporte de DirectX con 128 MB si se quiere utilizar la tecnología Aero para mejorar el aspecto del sistema.

La beta que se puede probar a día de hoy se denomina Beta 1 Build 7000, todavía en inglés. Microsoft ha anunciado que irá actualizándola cada semana con pequeñas revisiones y mejoras, que llevarán posteriormente a una Beta 2 hacia julio-agosto y a las versiones de pre-lanzamiento casi definitivas tras el verano. Durante todo este año se irán pudiendo ver esos avances y mejoras casi de forma continua, en un ciclo de desarrollo moderno y adecuado.

La instalación completa de Windows 7 es rápida y requiere entre 20 y 30 minutos; una vez instalado, el ordenador arranca en unos 20 segundos, que es una de las primeras mejoras respecto a sistemas anteriores.

El escritorio de Windows 7 ha sido mejorado: ahora permite organizar los gadgets en cualquier parte, así como las ventanas y su tamaño, de forma inteligente, mediante gestos del ratón. Los ordenadores equipados con tecnología táctil multitouch mejoran aún más esas posibilidades.

La barra de tareas es el cambio sustancial más visible: ahora tanto los programas activos como los que se usan a menudo están representados como iconos en la parte izquierda, mientras la parte derecha queda reservada para las notificaciones. El menú Inicio se conserva con alguna mejora, y los iconos de esta «superbarra de tareas» permiten interactuar con las diversas ventanas o pestañas de cada aplicación directamente, si están preparadas para ello (la estupenda integración con Explorer 8 sería un buen ejemplo).

El nuevo concepto llamado Libraries permite organizar más fácilmente los ficheros de música, vídeo, imágenes y documentos. Esto forma parte de la nueva organización del ordenador en cuatro áreas, mucho más cómoda. También algunas de las aplicaciones del sistema como Paint, WordPad o la Calculadora han sido también actualizados tras varios años: ahora utilizan el sistema Ribbon que se popularizó con Office 2007.

El cambio más positivo en el que coinciden quienes ha probado Windows 7 es el del mejor rendimiento y menor consumo de memoria RAM, dos aspectos que se han mejorado espectacularmente respecto a los Windows anteriores. En las cuestiones de seguridad, el sistema es ahora más modular, de modo que se puede decidir no instalar componentes que antes eran obligatorios: eso simplifica el sistema y mejora la interacción con el usuario, mientras se mantiene la robustez. En la instalación de nuevas aplicaciones, por ejemplo, Vista y XP eran más inflexibles, mientras que ahora ciertos aspectos se resuelven automáticamente sin requerir la intervención del usuario, que ya no es asediado con tantas alertas y avisos como antes.

En el terreno multimedia, Windows 7 incorpora de serie soporte para ciertos tipos de contenidos, por ejemplo vídeos en formatos DivX, XviD, H.264, MOV y MP4, de modo que ya no es necesario instalar todos esos codecs. El nuevo Windows Media Player 12 ha mejorado también notablemente y Windows Media Center añade muchas funciones nuevas.

Windows 7 tiene una tarea difícil, que va más allá de lo puramente técnico: limpiar el sinsabor que Vista supuso para muchos usuarios. Aunque en la práctica no es un salto cuantitativo como el de XP a Vista, es una gran mejora -tal vez la que se esperaba hace dos años- que probablemente incluso se supere a sí misma a lo largo de los próximos meses.

La expectación que hay sobre Windows 7 es notablemente más positiva que la que había sobre Vista, a lo cual ayuda que el panorama del hardware actual también haya mejorado. En esta primera prueba, las mejoras en el kernel (el núcleo del sistema) y la búsqueda de la simplicidad en las interfaces se ven como son un avance notable.

Las incógnitas que quedan por despejar son principalmente dos: cómo la estrategia empresarial de Microsoft puede afectar al producto final y cuántas versiones o «sabores» de Windows 7 habrá y sus precios definitivos (ahora mismo existen cinco, que son a todas luces excesivas). La otra gran incógnita será ver si todas estas mejoras de Windows 7 son suficientes para que los clientes, tanto particulares como empresas, lo aceptan como el sistema operativo de referencia para sus casas y lugares de trabajo.

Muchos usuarios continúan usando Windows XP, habiendo ignorado a Windows Vista por diversas razones. Estas serían algunas buenas razones para ni siquiera intentar el «doble salto» de pasar a Windows 7 y frustrarse más todavía:

Potencia

El ordenador debe tener un procesador suficientemente rápido, e incluso un poco por encima del mínimo recomendado, para que todo funcione suavemente: un Intel Core Duo a 1,8 GHz y 1 GB de RAM son suficientes para disfrutar del nuevo sistema.

Sistema Aero

Un Windows 7 sin Aero es como una comida insípida, de modo que para que la experiencia sea completa y agradable se necesita que Aero pueda funcionar. Eso implica contar con una tarjeta gráfica con 128 MB de RAM y que soporte DirectX 9 (cualquier tarjeta ATI o GeForce relativamente moderna serviría).

Compatibilidad

Hay que asegurarse de que las aplicaciones y drivers que se vayan a utilizar en el equipo estén actualizadas a la última versión: usar software antiguo puede perjudicar notablemente el rendimiento. Existen listas de compatibilidad para comprobar cada programa y, en cuanto a drivers los que sean compatibles con Windows Vista son suficientes a día de hoy (no se necesitan especialmente drivers para Windows 7).

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