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El arte se pega fuego por el avance de los grandes grupos mediáticos

Una casa de arte en Alemania en la que trabajan unos 100 artistas reclama el lugar de las creaciones independientes

EFE

Nueve artistas europeos han quemado sus obras de arte en Berlín como símbolo de protesta por las amenazas que el arte independiente sufre en Europa, los recortes presupuestarios y el avance de grandes grupos económicos.

Las pinturas ardieron en la casa de arte Tacheles, ocupada desde 1989 por unos 100 artistas de distintas disciplinas y trasfondos culturales. El objetivo es llamar la atención sobre la frágil situación de dos casas de arte independientes, el Museo de Arte Contemporáneo de Nápoles, amenazado por los recortes estatales, y el Tacheles de Berlín, adquirido hace años por inversores privados que no han podido desalojar a los artistas que hace 23 años ocupan el edificio.

Caído el Muro de Berlín las autoridades locales quisieron destruir el edificio del Tacheles para construir una calle pero hasta hoy unos 100 artistas tienen allí sus estudios y lugares de exhibición y se niegan a abandonar la enorme casa en el barrio de Mitte, una creciente zona comercial de la capital alemana. Allí se pueden encontrar todo tipo de técnicas artísticas, pinturas, serigrafías, esculturas, hay también música, danza, teatro y espacios para fiestas nocturnas, además de un espacio siempre abierto para la comunidad.

'La amenaza parte de una red de inversores, bancos, abogados y algunos políticos que no están interesados en este tipo de propuestas sino en hacer dinero', ha dicho la portavoz de Tacheles, Linda Cerna. 'Defendemos Tacheles como lugar para la producción y presentación de arte contemporáneo independiente y sin fines de lucro. Artistas y público necesitan lugares para entrar en contacto con el arte que está orientado a la gente y no al mercado', ha destacado.

Por su parte, Barbara Fragogna, artista y comisaria de la casa de arte, ha explicado que quieren que la ciudad no construya otro centro comercial en su lugar. Los artistas temen 'que la cultura en el futuro sea privatizada, esto significa que no sabemos que pueda pasar con la libertad de expresión de nuestras ideas en la plaza pública', ha destacado. 'Quemar una obra de arte es muy fuerte, es parte de tu cuerpo, como un hijo, una criatura de tu mente', explica la artista italiana que hace cuatro años trabaja en Tacheles.

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