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Avilés se abre al espacio exterior

Centro Niemeyer. El arquitecto brasileño ha utilizado fundamentalmente líneas curvas para diseñar el complejo

FERNANDO ALLENDE

Oscar Niemeyer dice que el Universo está hecho de curvas y que no hay una sola recta en el espacio. Por eso crea sus edificios llenos de elipses y círculos, con la sensualidad y la belleza que tienen las mujeres. Avilés estrena hoy, a orillas de su estuario, el conjunto considerado como el más emblemático del arquitecto brasileño en Europa. Se trata de el Niemeyer, un centro cultural que lleva su propio nombre, en el que el Gobierno del Principado de Asturias ha invertido 44 millones de euros, y en el que se han empleado tres años de trabajo.

El director jefe del proyecto, Javier Blanco, no dudó en afirmar ayer durante una visita guiada con periodistas que el Niemeyer es 'una obra de arte en sí misma, que pasará a la historia como patrimonio cultural y artístico de España' por lo que 'a cualquier persona le debería de interesar conocer este sitio'. Blanco se refiere así a la trascendencia y la magnitud del complejo, que se asienta sobre una extensión de 20.000 metros cuadrados en un espacio muy degradado, rescatado de la antigua Ensidesa, a caballo entre la industria siderúrgica y la ciudad con la que trata de fundirse a través de puentes peatonales. Se trata de un entorno que aún debe liberarse del estrangulamiento que provoca el ferrocarril y la arteria del puerto, que soporta los tráficos pesados.

Es 'una obra de arte en sí misma', dice Javier Blanco, director del proyecto

La dureza del entorno en el que se levanta ha sido, precisamente, uno de los acicates para que el genio brasileño y su equipo de arquitectos, encabezados por Jair Valera, se entusiasmaran aún más con esta obra, que el propio Niemeyer ha calificado como la más representativa e importante de su arquitectura en el viejo continente.

El Niemeyer no será un museo al uso sino un espacio destinado a los espectáculos, la cultura y el ocio. Los actos inaugurales durarán tres días, desde el viernes al domingo. El cineasta y clarinetista Woody Allen será el encargado de encender el fuego esta noche, a partir de las nueve, con un concierto con la News Orleans Jazz Band, en la gran plaza del centro arquitectónico. El acto oficial de la inauguración se celebrará mañana al mediodía, con la presencia de Ramón Jáuregui, ministro de la Presidencia, que representará al Gobierno en los actos, y el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces.

El trabajo ha sido similar a'una traducción del brasileño al español', según el jefe de la obra

El centro que hoy se abre en Avilés será, según el director de la Fundación Niemeyer, Natalio Grueso, un espacio en el que caben todas las artes, 'algo novedoso que llama la atención porque ni en España ni en Iberoamérica existe esa tradición que es muy importante en el mundo anglosajón'.

El Niemeyer consta de cuatro edificios: la cúpula, destinada a exposiciones, conferencias y actos culturales; el auditorio, en forma de ola, para albergar espectáculos de todo tipo; la torre mirador, con un restaurante de cocina vanguardista; y el edificio de usos polivalentes, que albergará el Film Center, que dirigirá el propio Wooy Allen y estará destinado a la proyección de cine de culto.

La instalación de la cúpula, de 18 metros de altura y una superficie de 4.000 metros cuadrados, ha supuesto un hito en cuanto a las técnicas de construcción de este tipo de edificios, ya que se empleó un novedoso proceso que consiste en colocar una doble membrana de PVC a la que se inyectó posteriormente hormigón. En el exterior se aplicó después una pintura de resina. Javier Plaza destacó ayer que Oscar Niemeyer se ha mostrado 'muy satisfecho del nivel técnico que ha permitido un acabado mejor que el que se hace en Brasil'

Niemeyer cedió este proyecto a la Fundación Príncipe de Asturias con motivo del XXV aniversario de la institución y fue Vicente Álvarez Areces, presidente del Principado de Asturias, quien decidió que su ubicación final fuera Avilés.

Javier Plaza afirmó que, en líneas generales, lo más complicado del proyecto fue 'interpretar la arquitectura de Oscar Niemeyer e integrarla en el entorno de Avilés'. El jefe de la obra aseguró que fue algo similar a realizar 'una traducción del brasileño al español'. El propio Niemeyer les ha enviado 'una carta personal' en la que les felicita y se muestra 'muy contento' por el resultado final.

En lo que se refiere a sus contenidos, Natalio Grueso insistió en la singularidad de este centro porque 'aquí no existe un lugar único donde haya sitio para el teatro, para la literatura, para el cine, para la ciencia, para la pintura. No existe, y eso es lo que ya es el Niemeyer', que en su opinión será, además, 'una de las grandes herramientas de España en su relación con Iberoamérica y uno de los motores de desarrollo cultural que marcará una de las señas de identidad de España ante el mundo'.

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