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Los Chikos del Maíz: "La nostalgia es reaccionaria y la memoria, revolucionaria"

Los raperos valencianos presentan 'Yes Future', un nuevo disco con intenciones optimistas y constructivas para romper la tendencia de tristeza generalizada.

Nega y Toni, de Los Chikos del Maíz, posan para 'Público'.
Nega y Toni, de Los Chikos del Maíz, posan para 'Público'. ALFREDO LANGA

No hace ni un año, Toni y Nega se dieron el gusto de hacer sonar el himno de la URSS con el Wizink Center prácticamente lleno. Una combinación de humor y memoria que hizo las delicias del público, que alzaba el puño mientras los retratos de Lenin y Stalin iluminaban de rojo el escenario en el mismo pabellón donde el Real Madrid juega al baloncesto cada semana.

Tras cuatro discos y un par de reuniones junto a Habeas Corpus en la superbanda Riot Propaganda, Los Chikos del Maíz rondan las dos décadas en activo. Ahora, vuelven a la carga con un nuevo disco, Yes Future, con tintes de esperanza en tiempos de guerra, pandemias, crisis y tristeza. 

¿Se ha forzado el optimismo para este nuevo disco?

Nega: Ser optimista es una obligación militante. Y con el título le queríamos dar la vuelta al lema punk y denunciarlo. Ese No Future de los Sex Pistols ha envejecido muy mal y se han dado procesos estupendos desde entonces. Procesos en Latinoamérica, Venezuela, Bolivia, el zapatismo, las primaveras árabes, el 15M, Syriza... y fíjate cómo pintaba el panorama. A los hechos nos remitimos: cuando menos te lo esperas puedes salir el sol.

Toni: El optimismo hay que forzarlo y más en este contexto. Desde el título del disco hasta partes del sonido, hemos querido apostar porque existe un futuro. Por mucho que todo pinte negro, planteando alternativas en ecologismo, cultura, educación... Existe un futuro y es nuestra obligación tener energía transformadora.

Hace unos años rapeaban "el Ibex-35 es terrorismo que no va a quedar impune". Planteaba que venían tiempos de cambio y no era necesario forzar ningún optimismo, salía solo.

Toni: Tampoco creo que forcemos tanto, simplemente es un concepto dentro del disco que está más marcado que en otros momentos. Si luchas es porque esperas algo, y ahora hemos querido remarcarlo. No es el mismo momento que en 2014. Los problemas ahora, tanto el cambio climática o la crisis con la covid, se han agudizado. Ahora parece que no existe el futuro y creo que hay que reivindicarlo.

Nega: La coyuntura ahora es que hay que ser optimista por necesidad. Si ante la sensación de crisis permanente la izquierda transformadora no es optimista y no cree que hay alternativa, cómo vas a convencer al vecino. Al hilo de Layla Martinez, eso de que todos los productos culturales son distopías... joder, qué está pasando aquí. Si asumimos que no hay futuro, ¿qué podemos hacer? ¿Que cierre la puerta el último y convertirnos en cínicos? No puede ser.

Los discos anteriores tenían referencias muy pegadas a su tiempo y ahora las letras tienen un punto más atemporal. ¿Han cambiado intencionadamente su forma de escribir?

Nega: Ha surgido de forma natural, pero sí es cierto que este disco es más atemporal. Pasión de Talibanes y La Estanquera de Saigón eran más hijos de su tiempo. Eran discos muy pegados a la actualidad y al contexto histórico, y este no tanto pero también, porque ese "optimismo forzado" viene dado por la situación que vivimos. El contexto histórico siempre te condiciona, aunque sea para hacer un disco más atemporal. Todos los trabajos son hijos de su tiempo aunque sea de forma más o menos velada.

Toni: Hemos intentado dejar de hacer referencias muy directas. A raíz del 15M y la crisis del bipartidismo hay cosas que cambian de un día para otro. Cosas que grabas en tu estudio y sale tres meses después y ya ha quedado obsoleta. No queremos que nos pase eso en nuestros discos. Intentamos hablar todo de una manera más global. Por ejemplo, hay alguna rima en La Estanquera de Saigón sobre Errejón o Tania Sánchez que no ha envejecido muy bien [Risas].

Cuatro discos, dos EP, dos discos con Riot Propaganda... ¿Les va costando cada vez más escribir?

Nega: Sí, cada vez más. Yo me he visto repasado mis letras diciendo: "¿Esto lo he dicho ya?" [Risas]. Y no es como en el pop que una canción tiene cuatro frases. Hay que estar al loro para no repetirse y para sorprender después de tantos años. Buscas otras estructuras y tonos. No nos gusta ya dar tanto latigazo o insultar a una persona en concreto, ya no tenemos 25 años. Ahora nos apetece decir las cosas de otra manera.

Toni: Con el paso de los discos tienes miedo a repetirte, aunque la gente a veces quiere que hagas la misma canción todo el rato. Pero no queremos caer en esa comodidad. Imagino que a los cantantes de pop les aburrirá cantar siempre al amor, pero nosotros buscamos nuevas formas de comunicar.

Toni rapea en este nuevo disco una frase, "el trap es reaccionario", que da que pensar. ¿Se ha ido perdiendo la esencia antifascista del rap? Las nuevas generaciones cantan al dinero y al éxito, cosa que la vieja escuela no hacía.

Toni: Creo que es obvio. Pero siento el trap como un género aparte, no lo veo como una misma cosa que el rap. Es un género que ha sustituido a lo que era el pop, es lo que escucha la mayoría. El mensaje de coches, individualismo y demás es obvio, solo hay que ponerse una canción para darse cuenta de que la mayoría es reaccionario y es un mensaje que a los grandes medios les gusta porque está vacío.

Nega: La esencia se ha ido diluyendo. Fíjate que todos los nuevos son solistas. No hay grupos. Todo es yo, yo, yo. Pone de manifiesto ese individualismo atroz y ese sálvese quien pueda. La gente joven está muy desencantada con la política y las soluciones que se les ofrece, así que se refugian en el individualismo salvaje que ofrece el sistema. Ese mensaje de disfruta de tu coche, tu chica y tu piscina... es peligroso. Pero no es nuevo, Chuck D con Public Enemy ya le decía a los chavales que estudiaran, frente al ganstarap que hacían otros. Es muy peligroso ese discurso de persigue tus sueños que se ha convertido en hegemónico. No, no te va a pasar. Pero si enciendes la tele siempre es el mismo discurso, luego un anuncio de impossible is nothing, luego te cuentan la historia de un tío que empezó de cero y ahora tiene una multinacional... Son excepciones que hacen la regla, y ese discurso cala.

Toni: Y puede ser que con el crecimiento de las redes haya un crecimiento del discurso individualista. Tú eres el producto y te tienes que exponer. Pasa con el Twitch, que todos los chavales quieren ser Xocas o Ibai, pero no. Ibai hay uno, y el otro millón que lo intenta se quedará en el camino.

Nega: Y encima Ibai es una isla dentro de un ejército de tronaos. La mayoría de streamers están tronaos [Risas].

En el nuevo disco, con 'Nómadas' y 'Pan y Rosas' hacen homenajes mucho más marcados a quienes estuvieron antes. Este mensaje tiene en este disco más presencia que nunca.

Toni: Es que el futuro se construye con lo que había antes. Ha habido muchos movimientos que nos inspiran y otros actuales, como el de Tubacex, que demuestran que organizándose se puede vencer y queríamos reconocer sus luchas.

Nega: Es un ejercicio de memoria, que no de nostalgia, que puede parecer lo mismo, pero la nostalgia es intrínsecamente reaccionaria y la memoria es revolucionaria. Para caminar hacia un futuro hay que mirar hacia atrás y mirar a quienes nos han precedido. Decía Ismael Serrano eso de "cómo esperas ganar sin ellos", un ejercicio de memoria que demuestra que no podemos ganar sin ese hilo rojo de la historia.

¿Hace 10 años habrían hecho canciones sobre la memoria con tantas referencias a mujeres?

Toni: Seguramente no. Tenemos el ejemplo de temas como Cultura y compromiso, en el que hacíamos muchas referencias a poetas y no nombramos ninguna mujer. Y están las Sinsombrero, por ejemplo, y en ningún momento las nombramos. Es parte del aprendizaje que decimos dentro de otro nuevo tema, Ecos del futuro pasado. Los referentes eran masculinos porque las mujeres no podían ni firmar sus obras. Quiero creer que a los jóvenes les costará menos a partir de ahora encontrar referentes femeninos.

Nega: Un día repasé las letras y, joder, ni mujeres políticas ni nada. Lo primero que te sale es un escritor o un director de cine. Tienes que hacer el esfuerzo de decirte "voy a meter a Angela Davis", porque de forma natural te sale hablar de señores, porque nos han educado así. Me he visto en la tesitura de decir: voy a meter a una tía. Y creo que está bien eso. Pero lo que más me jodió es que no me salía de forma natural pensar en referentes femeninos. ¿Tan condicionados estamos por la educación patriarcal que para meter un referente femenino no soy capaz de que me salga natural? Por eso la discriminación positiva funciona, para incluir referentes femeninos o LGTB.

¿Han asimilado ya lo que pasó en el Wizink Center? ¿Lo volverán a intentar?

Toni: Ojalá hacer un Wizink todas las semanas [Risas]. No da mucho tiempo a asimilarlo. En el momento sales y te metes en la dinámica de un concierto más, pero luego viendo los vídeos y ves tanta peña... Pero muchas cosas, hasta que no pasa todo, se nos escapan. Hay cosas que se nos escapan porque llevamos 18 años y por suerte hemos parado poco.

Nega: Cuando pasen los años lo veremos en toda su dimensión. Fue agotador, no por el concierto en sí, sino prepararlo. Fue angustioso, un pequeño infierno laboral porque estaba el auge de ómicron y no nos podíamos juntar con nadie, pero bueno en Madrid es tierra de libertad [Risas]. Fue un proceso duro, pero el concierto salió rodado. Hasta que no vi los vídeos no me di cuenta de lo que fue. Pusimos el himno de la URSS, ya que sabíamos que los medios iban a hacernos el silencio más absoluto. Solo Público escribió algo. Así que como sabíamos que no iban a venir y a lo mejor no volvemos nunca, pues metimos a Lenin y Stalin.

Llevan casi 20 años juntos y antes del disco 'Comanchería' dieron la sensación de que Los Chikos del Maíz llegaban a su fin. ¿Se siguen entendiendo bien o viajan por separado como los Metallica?

Toni: Lo bueno es que al ser dos la comunicación es fácil. Nos mandamos letras prácticamente todos los días y toda la carga es sobre nosotros. En su momento necesitábamos parar un poco y nos metimos en Riot Propaganda donde la responsabilidad era mucho más repartida. Pero hemos construido una historia muy bonita y teníamos ganas de seguir girando, así que tras Riot hicimos el disco Comanchería. Tenemos ciertas dinámicas que hacen que todo fluya.

Nega: Trabajamos guay. Me ha desgastado mucho más la relación con la gente, la prensa o la sobreexposición en redes. Y cada vez hace más mella. Hay veces que el móvil lo tiraría por la ventana. Pero entre nosotros, vamos, todo muy bien.

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