Ligeramente achispada y con una peliculilla de sudor en el labio superior, Emily Mortimer (Londres, 1971) se muestra encantada con su vida. No es para menos. Pocas actrices tienen un currículo como el suyo. En negro sobre blanco: tiene un Allen (Match Point, 2004), un Mamet (Cinturón rojo, 2008) y en breve estrenará un Scorsese. (Ashecliffe, previsto para julio).

'Estoy muy orgullosa, especialmente teniendo en cuenta que vengo de la tele cutre'. También viene de cuna alta: su padre es Sir y la chica estudió en Oxford antes de convertirse en la casi perfecta actriz hitchconiana (sólo le falta ser rubia): hielo por fuera y fuego por dentro. En Transsiberian (dirigida por Brad Anderson), encarna a una cristiana evangélica atraída por los placeres carnales exhibidos por un españolito (Eduardo Noriega).

¿Le consultó al chico Hugo Boss cómo ser adúltera? 'No, para nada, creo que eso lo tiene que descubrir cada uno a su manera. Yo tengo una parte salvaje, que cada vez me cuesta más reprimir'. Noriega no fue el único compatriota con el que compartió plano. Al ser una producción española, casi todo el mundo hablaba la lengua de Cervantes. 'Mi papel es muy físico. Fue muy divertido, porque estar rodeada de tanta nieve, pasando tanto frío Hace que nazca un sentimiento solidario tremendo: ¡nos pasábamos todo el día bebiendo con el equipo técnico!'.

Amabilísima y locuaz (¿será el alcohol?), Mortimer sólo tiene palabras de agradecimiento para dos de sus directores, casualmente, dos de los mejores dramaturgos norteamericanos vivos, como son Woody Allen y David Mamet. 'Lo que más miedo me ha dado en la vida fue trabajar con Woody. Es increíble. Le preguntaba qué tenía que hacer y él no contestaba. Mamet sí, aunque no te sirve de nada. Su respuesta es 'ya sabes lo que tienes que hacer, actúa'. Trabajas con ellos y te convierten en lo que ellos quieren', explica. La guinda a una carrera meteórica será su papel de Rachel en Ashecliffe, uno de los estrenos más esperados de 2009. Es la adaptación que de Shutter Island, de Denis Lehane (Mystic River), ha preparado Scorsese ¿Nervios? 'El problema lo tiene DiCaprio, que para eso es el protagonista'.