Público
Público

"La corrupción depende de cada uno"

Trapero estrena 'Carancho', el filme más taquillero de su carrera

BRAULIO GARCÍA JAÉN

Pablo Trapero (Argentina, 1971) está en San Sebastián como miembro del jurado oficial y como director de Carancho, la película protagonizada por Ricardo Darín y Martina Gusman, que después de proyectarse dentro del ciclo Horizontes Latinos del Festival, se estrena hoy en salas de toda España. Carancho no es sólo la película más violenta de Trapero. Es también la más taquillera y está en la lucha por colocarse entre las más taquilleras del año argentino, donde se estrenó en abril. 'Las películas que funcionan es porque no te hacen ver tu propia realidad', cuenta el director de Mundo Grúa, con la que debutó en el largometraje en 1999.

Carancho es el nombre de un quebrantahuesos, 'mucho más hermoso y elegante que los buitres', según Trapero, que lo eligió como sinónimo de la manera en que se gana la vida el abogado Sosa (Darín): un abogado que vive de estafar a las víctimas de accidentes de tráfico y a las aseguradoras que los cubren. 'El error es tomar el tema de la corrupción por las instituciones y no por las personas. La corrupción no depende de otros, depende de cada uno de nosotros. Y eso no sólo vale para Argentina', precisa Trapero. En ese escenario de fondo, se cruza una historia de amor, que recorre los hospitales públicos buscando clientes, y la doctora Luján (Gusmán, pareja de Trapero en la vida real), que trata de salvarles la vida. 'La película, en su origen, es un drama romántico', explica su director.

Para Trapero, no se debe extrapolar el microuniverso de los accidentes de tráfico y sus caranchos (que no es exclusivo de Argentina; en Estados Unidos a esos picapleitos se les llama cazadores de ambulancias) como si fuera una radiografía de la sociedad argentina. 'La sociedad argentina tiene problemas, pero no todos los argentinos son corruptos. Además a mí no me interesa hacer una radiografía social', cuenta.

De momento, eso sí, ya hay en marcha un proyecto de ley para proteger a esas víctimas (unas 8.000 personas mueren al año por accidentes de tráfico en Argentina) de los abusos de los picapleitos: 'Se llama ley anticarancho', cuenta el inventor del término.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?