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Cuatro episodios para una intrahistoria del rock

El día que ‘El Jefe' pasó de Spector

Tras entrevistar a Bruce Springsteen en 1975, Hilburn le dijo que iba a ir al estudio donde grababa Phil Spector. ‘El Jefe', fan del mítico productor, le pidió que le dejara acompañarle. Cuando llegaron, Spector reconoció a Springsteen, que acababa de ser número uno con ‘Born to Run', pero no le hizo mucho caso.

Tras copar las listas de éxitos en los sesenta, el productor pasaba por un bache y ‘El Jefe' podía reflotarlo. Sólo al final del día se acercó al músico: '¿Cuánto has vendido de ‘Born to Run'?, ¿un millón? Yo podría hacerte vender cinco millones'. Springsteen, que acababa de ser testigo de las maneras dictatoriales de Spector en el trabajo, se quedó callado.

Al día siguiente, Spector le preguntó a Hilburn qué había dicho Springsteen sobre trabajar con él. Hilburn le respondió: 'No dijo nada'.  

En 1975, Mick Jagger se había cansado de ser el chico malo para la prensa de todo el mundo y pidió al famoso publicista Paul Waserman que le ayudara a lavar su imagen ante los medios de comunicación.

Waserman organizó una entrevista con Robert Hilburn, pero el ‘stone' le hizo esperar en su hotel hasta las dos de la madrugada. Cuando llegó, Jagger sugirió dejar la entrevista para el día siguiente, pero el publicista insistió en que se tenía que hacer en ese momento porque Hilburn volaba temprano hacia Los Ángeles. El cantante comenzó la entrevista desganado y a la media hora se quedó dormido.

Hilburn se encontró con Waserman en el pasillo del hotel. Al enterarse de lo sucedido, entró en la habitación de Jagger y, sacudiéndolo ligeramente, le dijo: 'Mr. Jagger, tiene una entrevista que hacer'. 

Durante años, Robert Hilburn persiguió una entrevista con Elvis Presley, pero siempre se encontraba con el mismo muro: su manager, el temido coronel Parker. El coronel no dejaba que un periodista se acercara a Elvis en un radio de 20 metros a la redonda y Hilburn no iba a ser una excepción.

Sin embargo, tras varios encuentros con él (y varias críticas muy positivas), Parker se ablandó y una noche le presentó al ‘Rey'. 'Recuerda, no es una entrevista', le advirtió. Hilburn estuvo hablando un rato con Elvis, que no dejaba de llamarlo ‘señor'.

El periodista se ganó su confianza sacándole el tema del gospel, un género que le encantaba a Elvis, pero que no practicaba mucho al no ser comercial. Finalmente, Presley le dijo que hacer una entrevista sobre gospel sería 'una muy buena idea'.  

Dylan dio su primer concierto en Israel en 1987 y Hilburn había viajado para cubrirlo. La primera noche fue un fracaso de público y crítica porque Dylan, como es habitual, sólo tocó material nuevo y obvió sus grandes éxitos.

Al día siguiente, en un desayuno con Hilburn, el periodista le transmitió el sentir general, pero el músico se cerró en banda diciendo que no iba a dejar que el público decidiera por él. Hilburn le contestó que en circunstancias normales le parecía bien, pero que ese era su primer concierto en Israel. 'Vale, ¿qué canciones debería tocar?', contestó Dylan. Hilburn le apuntó algunos de sus éxitos en una hoja y esa noche los tocó. Años después, cuando se encontraron antes de un concierto, Dylan le dijo: '¿Vas a hacerme el ‘setlist' otra vez?'. 

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