Este artículo se publicó hace 13 años.
El ebook recupera la lectura colectiva
Los expertos destacan que el nuevo formato impulsa a un lector más social
La lectura en silencio, entendida como un acto solitario, podría estar en decadencia. El lector sentado en su sofá y absorto en su novela, una imagen creada a partir del siglo XIX con el despegue de la revolución industrial de la imprenta, está abocada, según los expertos en nuevas tecnologías y mercado del libro, a una lenta pero inexorable desa-parición impulsada por los formatos digitales, con más posibilidades interactivas. La pregunta, por tanto, ya no es en qué soporte leeremos ni qué leeremos, sino cómo.
"Estamos ante el inicio de una segunda textualidad. En el siglo XX vivimos una segunda oralidad con la aparición de la radio y la televisión, pero ahora estamos ante un nuevo fenómeno: los textos digitales ya no son sólo textos escritos, sino que están acompañados por mucha más información, desde la que existe en internet del propio lector hasta la que este propaga en las redes sociales acerca de lo que está leyendo. Es una lectura mucho más colectiva", asegura a Público José Manuel Lucía Mejías, catedrático de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid, participante ayer en las jornadas organizadas por Anele (Asociación Nacional de Editores de Libros y material de Enseñanza) sobre las nuevas formas de lectura.
Esta conclusión se ve además refrendada por un estudio presentado por la Fundación Sánchez Ruipérez con 200 usuarios de ereaders y tabletas entre los 18 y los 75 años de edad. "Antes, la lectura era algo aislado, pero con estos dispositivos, esto cambia. También hemos comprobado que desaparece la jerarquía en relación con los autores con los que ahora tienen más comunicación", reconoce Luis González, director general adjunto de la Fundación. El concepto de intocable del escritor, acuñado a finales del XIX, también se diluye en el mar de la red. "A los lectores, sobre todo jóvenes, les encanta charlar con el autor a través de sus propias páginas web. Y luego lo comparten todo en Twitter o Facebook", añade Gemma Lluch, profesora de Filología de la Universitat de Valencia, que acaba de realizar un estudio sobre la interactividad a partir de las novelas de Laura Gallego (Memorias de Idhun).
Este cambio de paradigma es, además, mucho más grande que el que significó el paso del manuscrito al papel impreso. "La lectura silenciosa llegó en el siglo XVI, aunque no se propagó hasta el XIX con el desarrollo de la sociedad industrial y el individualismo marca de la casa del sistema capitalista. Pero antes se leía en voz alta. Quizá con los nuevos formatos digitales y con el nuevo ímpetu dado al concepto de comunidad, se esté pergeñando la lectura en voz alta otra vez", augura Mejías. El investigador Luis González especifica aún más la transformación del hábito lector: "La dinámica de los clubes de lectura se está adaptando al entorno digital. Y podemos decir que son sobre todo las niñas de entre 8 y 12 años, las que están desarrollando esa lectura más participativa".
Cambios lentosA pesar de que, según los datos del Book Industry Study Group (BISG), la cuota de mercado de ebooks alcanzará el 15% en EEUU a finales de 2011 el usuario norteamericano se caracteriza por ser mujer, tener más de 30 años y renta y estudios universitarios, los cambios en los hábitos de lectura aún son lentos. Len Vahlos, director general de BISG, indica que a día de hoy sólo el 46% de los usuarios de las tabletas tipo iPad las utiliza para leer. "Es cierto que se han vendido muchas, pero la mayoría las concibe para jugar, ver películas o mirar el correo electrónico", indica Valhos. Asimismo, un informe reciente de BISG señala que un 75% de los estudiantes universitarios de EEUU aún prefieren utilizar los libros de texto impresos antes que su versión digital. La carencia de conexión a internet, el tacto del papel, la posible pérdida de contenido y el hecho de poseer ya demasiados dispositivos ordenador y móvil son algunas de las razones que los alumnos esgrimen para decantarse por la versión tradicional.
En relación con la comprensión lectora y la concentración a la hora de leer ebooks, los expertos todavía mantienen sus dudas. "Cuando hay música y otros enlaces en el texto, el lector se distrae", señala González. "Se ha comprobado que los que leen muchos libros memorizan más que los que leen a través de la red. Sin embargo, si lo vemos desde otro punto de vista, los que leen en digital tienen mayor destreza para relacionar la información", apostilla Mejías. No obstante, la maquinaria es imparable. "El consumidor acelera el paso. En poco tiempo, el 50% de los títulos se venderá en digital", ratifica Valhos.
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