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"Europa se ha centrado en el euro y se ha olvidado de los valores"

Petros Márkaris, ganador del VII Premio Pepe Carvalho, que otorga BCNegra, por su novela ‘Con el agua al cuello'

NOELIA ROMÁN

Dice Petros Márkaris (Estambul, 1937) que lo suyo no tiene mérito, que, por las mañanas, toma café con Kostas Jaritos y, luego, se limita a transcribir sobre el papel esa visión tan lúcida que su famoso policía tiene sobre la sociedad griega. La novela negra, sostiene el escritor heleno, es, hoy, novela social. Por eso, en Con el agua al cuello (Tusquets), Márkaris describe a una sociedad dopada que, como los que se dopan, busca el éxito rápido. Mientras prepara ya la tercera pata de la trilogía de la crisis que inició con la obra premiada, asegura, como Jaritos, que los habitantes de los países PIGS, los del sur de la UE, 'viven hoy como negros y son considerados la negra mierda de Europa'.

En su tercera visita a Barcelona, se lleva el Carvalho. ¿Lo esperaba?

No, pero es un gran honor recibir un premio que lleva el nombre del héroe de Montalbán, porque, en sus novelas, encontré las respuestas a muchas de mis preguntas: cómo incluir la política y los problemas sociales en una novela policiaca, qué significa poner como protagonista a una ciudad Las soluciones que dio Montalbán a esas cuestiones me ayudaron muchísimo y sentía que estaba en deuda con él. Ahora que he recibido el premio, no es que la haya saldado, pero estoy muy contento.

Con el agua al cuello' se publicó en Grecia en 2010. ¿Ha cambiado mucho el país desde entonces?

Muchísimo, y para peor. La situación se ha complicado sobremanera, el paro ha aumentado muchísimo y una parte muy importante de la población vive ya en la pobreza.

'La izquierda se ha quedado sin ideas y sin respuestas, aun teniendo gente competente'

¿Lo preveía?

Sí, porque, cada año que pasa, en tanto que la situación no revierte, empeora; es un principio básico que todos conocemos, por más que muchos intentaran tranquilizar a los griegos diciendo 'haced esto y se acabó'. Las cosas no son tan fáciles. Es lo que reflejo en Peréosi, el segundo libro de mi trilogía sobre la crisis.

¿De qué habla?

De la evasión de impuestos, con un asesino que dice a los evasores 'si no pagáis, os mato' y firma como el cobrador nacional de impuestos.

¿No es la evasión fiscal uno de los grandes problemas del país?

Es una enfermedad, un cáncer.

¿Y tiene solución?

La tiene, pero nadie ha querido dársela hasta ahora porque, por diferentes razones, a todo el mundo le convenía. Muchos de los evasores estaban en el círculo de la política, otros tenían relación con la hacienda pública, y otros ganaban un montón de dinero y ni lo declaraban. Una sociedad cuyos ciudadanos no entienden que sus impuestos revierten en el bien común está condenada a pasarlo muy mal. Quien no paga no sólo se enriquece sin contribuir, sino que no siente ninguna responsabilidad ante el país ni ante sus conciudadanos.

¿No es una idea muy arraigada en la mentalidad griega?

Dicen que los griegos no respetan las normas, pero no es verdad. Cuando presionas, la sociedad responde. Sí es cierto que montaron un sistema que complica el trabajo a la gente honesta y se lo facilita a los que no lo son.

¿Son responsables los políticos?

Más que de los políticos, es un problema del sistema político, que ha llevado al país a esta situación. A los políticos alguien les ha votado, no esta-mos en dictadura. Decir que somos inocentes y no tenemos responsabilidad en nada no es verdad, aunque las responsabilidades no sean iguales.

Grecia espera el segundo rescate de Europa. ¿Servirá de algo?

Debemos poner en marcha y cumplir lo antes posible lo que nos dicen la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI); solo así sabremos si la terapia funciona. La crisis la creamos nosotros, aunque la terapia y el médicoestán fuera. Pero el gran problema es que Europa se ha centrado en el euro, como si fuera lo único, y se ha olvidado de los valores, uno de sus principios fundacionales. Compartirlos es básico para que nos entendamos.

¿Podrían Grecia o España salir de la crisis por sí solas?

Hay una diferencia: España no está bajo el control de la eurozona ni del FMI, sino que toma las medidas por sí sola. Nosotros no decidimos, lo hacen otros por nosotros. Y es lógico: cuando se dan tanto dinero en crédito, te tienen que poner condiciones. El gran error del anterior Gobierno fue no tomar las medidas necesarias por sí solo, sino esconderse detrás del FMI y de la eurozona.

Pero, cuando Grecia entró en la Unión, ya incumplía los criterios para hacerlo y todos lo sabían.

Todos los países lo hicieron, incluso Alemania, que manipuló su deuda real. El problema es anterior: no deberíamos haber entrado en la Unión sin haber hecho la reformas necesarias para que el país pudiera mantenerse luego sin problemas. No hubiera pasado nada por haber entrado más tarde. Entramos, no hicimos nada y ahora lo pagamos.

¿Cómo ve el futuro?

No sé qué puede pasar, pero soy pesimista: esto va para largo.

Se habla de una década incluso.

Es más que posible. Pero yo pregunto: ¿es que aguantará Europa? Si no lo hace, se acabó todo. Lo que no puede ser es que el Gobierno cierre acuerdos con la Troika en el último suspiro y luego los miembros que lo componen se desdigan y se desmarquen. No es serio ni responsable. La crisis es europea, aunque la peor parte se la haya llevado Grecia.

¿Dejará Alemania caer a Grecia?

Ahora mismo, si cae Grecia, creará un efecto cadena en todos los países, de modo que no la dejarán. Pero si, en uno o dos años, no hay ese riesgo, caerá. La cuestión está en saber los límites de Europa: ¿cuánto tiempo puede resistir así? ¿Aguantará otra sacudida? ¿Cuánto más puedes apretar a los países? La única razón por la que quiero que se pongan en marcha las medidas es por lo que muy bien dijo Mario Monti: 'Las medidas son vuestras; si no funcionan, vosotros tendréis que responder por ellas'.

¿Hará Papadimos algo similar?

Papadimos está en una situación de debilidad muy grande. Cuando asumió el Gobierno, no fue capaz de decir 'lo hago, pero con mis condiciones', como hizo Monti o Turquía en su día. Eso fue un gran error por parte de Papadimos, que no tiene la suficiente personalidad para hacer algo así. Además, lidia con tres partidos, que van a lo suyo. Samarás, por ejemplo, quiere convertirse en Primer Ministro, como hizo Coelho en Portugal. ¿Y qué conseguirá? Es pura ambición de poder.

De hecho, Samarás insiste en que el país necesita elecciones.

¿Elecciones? Las encuestas le dan un 31% en intención de voto; el 4 a Karatzaferis (ultraderecha); el 8, al PASOK; y, al conjunto de la izquierda, el 44. ¿Qué Gobierno pretende hacer Samarás? ¿Con quién, con la izquierda? ¿Con Karatzaferis y el Pasok? ¿El Pasok estaría tan loco de hacer Gobierno? ¿No tiene suficiente con todo lo que ha perdido ya? Samarás no está en su juicio.

Y la izquierda, ¿qué ofrece?

Nada: la izquierda se ha quedado sin ideas y sin respuestas, aunque siga teniendo gente competente.

Theo Angelopoulos sí dejó un importante legado.

Demostró que, en situaciones de gran dificultad, el talento puede imponerse y crear grandes obras.

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