Este artículo se publicó hace 2 años.
'Express' se entrega al "entretenimiento" y al ritmo del concepto que explora
Starzplay estrena este domingo su primera serie española, un thriller que busca entretener y plasmar una sociedad atrapada en lo rápido y fugaz.
María José Arias
Madrid-Actualizado a
Ritmo vertiginoso, apuesta por el entretenimiento y una realidad tan actual como estresante, la de esa vida acelerada en la que una buena parte del mundo vive inmersa y que en esta serie se aborda partiendo de los secuestros express. Estos son los ingredientes que se dan la mano en Express, serie creada por Iván Escobar escrita junto a los guionistas Antonio Sánchez Olivas y Martín Suárez. Producida por The Mediapro Studio, supone el primer estreno original español de la plataforma Starzplay.
La idea de abordar ese concepto surgió, según explica el propio Iván Escobar, de un encuentro que mantuvieron en la "sede de una plataforma de streaming muy conocida en Los Angeles". Cuenta que al entrar en la habitación se encontraron con que había una mesa grande circular, pero ninguna silla. Al preguntar el porqué les respondieron que así las reuniones "duran menos de diez minutos". Algo que pudo comprobar poco después, "porque, efectivamente, empezamos a dar vueltas alrededor de la mesa, hablábamos de manera incómoda y, como estábamos incómodos, la entrevista duró poco".
La cuestión es que de esa anécdota acabaron saltando "al auténtico concepto express, que no son realmente los secuestros. Esa casi es una excusa narrativa muy entretenida que tiene unas reglas muy claras y muy espectaculares. Pero lo que más nos llamaba la atención era el concepto express de la vida, porque todo es express…". Se va rápido, se consume rápido y se desecha rápido. Comida, relaciones, amistades, trabajos, ficciones… Y así surgió esta serie en la que sus personajes van a la carrera de un lado a otro intentando conciliar los distintos aspectos de su vida aquejados de esa sensación que será fácilmente reconocible para muchos de ir corriendo a todos lados y no llegar a tiempo a ninguno.
Ayudan a crear ese ambiente y ese tono acelerado "la sonorización y la musicalización de los capítulos, que aportan ese vértigo y va muy a favor del concepto que manejamos en Express", como destaca Antonio Sánchez Olivas. Inmersos en ese viaje frenético con una potente banda sonora que les acompaña están los personajes. Unos protagonistas que tienen en Bárbara (Maggie Civantos), una psicóloga criminalista, su centro neurálgico. Ella, que fue víctima de un secuestro de este tipo y desde su decepción con el sistema, es la encargada de formar un grupo de resolución de conflictos en el que figuran una pilota de drones, un hacker, una profesora exmiembro del CNI con ceguera con un sentido del oído hiperdesarrollado, un militar como fuerza bruta y un antiguo pandillero. Como esa conexión con el mundo policial al que pertenece Bárbara al comienzo de la serie está su ex, Santa, interpretado por Esteban Meloni.
El problema que se encontraron los guionistas, como reconoce Sánchez Olivas, fue el de "encajar las tramas personales con el momento en el que se ha activado un caso". Aún así, con Bárbara es algo que se logra a medida que van avanzando los cuatro capítulos vistos antes del estreno y en los que poco a poco se va perfilando cuál es la relación con su ex, con su hija adolescente, con sus compañeros (que en la "vida real solo coincidirían en un vagón de metro", como dice su guionista) y consigo misma. Una cosa interesante de la exposición del personaje es cómo engaña a la terapeuta de pareja a la que acude en unas sesiones que, como todo en esta serie, son de corta duración.
Express mezcla, como señala Civantos, drama, thriller y acción y, aunque "arranca hablando de un secuestro express, habla realmente sobre el miedo, la sociedad express, la familia, el amor… Es una serie emocionante y de personajes a pesar de las bombas y de toda la acción". Su compañera en la ficción, Kiti Mánver, quien interpreta a una mujer que es "sobre todo mente, contención" y que "ha conseguido ser una jefaza dentro de un mundo de hombres", lo que ofrece Express es "una serie muy divertida, porque tiene mucho sentido del humor, pero anclada en las emociones de la gente y en lo que le pasa a la gente". Su personaje, por cierto, es la magnate de una aseguradora que contrata a Bárbara y le da las herramientas y los medios para lo que la policía no le deja hacer.
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Loreto Mauleón, que es esa pilota de drones llamada Dulce con un problema de confianza hacia los demás importante, cree que dentro de toda esa idea de la vida rápida que recoge la serie "hay algo, que en algunos personajes se refleja, que es que precisamente por esa velocidad dejas de lado realmente lo que te está pasando. Lo tapas de alguna manera, te dejas llevar por esa ola. Pero eso en algún momento sale. Vamos un poco así en la sociedad, como vaca sin cencerro para delante. Y de repente eso estalla por algún sitio y creo que aquí se ve en varios personajes". Para Mánver, lo que se ve en pantalla "es un reflejo de lo que pasa en el mundo, esta velocidad a la que va todo que te crees que estás ganando algo y casi siempre estás perdiendo".
Uno de los aspectos que da cierta cercanía a la trama de los secuestros es que trata de un delito conocido. Durante el proceso de documentación hablaron con miembros de la Policía que les contaron, explica Escobar, que "es un tipo de delito que está creciendo después de la pandemia porque la gente está muy desesperada y porque realmente los protocolos de preparación de este delito son muy precarios. Es decir, necesitas un coche, un maletero, música a todo volumen y estar muy desesperado. Y es algo que nos llamaba la atención, lo democrático que es el terror. Es decir, le puede pasar a cualquiera y eso asusta. Por eso también nos parecía especialmente entretenido y apasionante abordar este delito".
Como cabría esperar en Express, por el tipo de serie que es, hay mucha violencia en pantalla. Aunque su creador aclara que no es lo único y promete que "también hay comedia, ternura, familia y, sobre todo, creemos que la vida es así. En ese sentido, no nos hemos cohibido a la hora de escribir sobre la vida, sobre los dramas familiares, un divorcio, un momento crepuscular, la violencia… Es una ficción, eso lo tenemos claro. ¿Qué línea roja no hemos querido cruzar? No ser entretenidos. Parece que es un término como peyorativo. A nosotros nos parece que el ritmo y el entretenimiento son fundamental para que acompañes a tus personajes. No queremos ser intensos, queremos ser, sobre todo, entretenidos y dejar un sabor de boca de 'me lo he pasado bien'".
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