Fashionistas y explotadas

Cuando se ultimaba la publicación de Guía para vestir sin trabajo esclavo (Icaria Editorial), escrita por Albert Sales i Campos, el edificio comercial Rana Plaza se derrumbaba, causando la muerte de más de mil personas (fotogalería). Alberga varios locales comerciales y fábricas textiles y, antes de que se incendiase, había unos 3.100 trabajadores en su interior. Fue necesaria una tragedia para que saliesen a la luz las deficientes condiciones laborales que sufrían los empleados, encargados de facturar la ropa que viste Occidente.

El proyecto de Setem, una federación de diez ONG de solidaridad internacional, siguió adelante. Lanzado en diciembre de 2011, fue posible gracias al micromecenazgo online y ha dado como resultado este libro, el último empujón de la Campaña Ropa Limpia al impulso que pretenden darle a las alternativas de la economía social y solidaria. Sin embargo, no se trata de una simple llamada al consumo responsable sino que persigue varios objetivos: dar eco internacional a las luchas de los trabajadores locales, presionar a las multinacionales de la moda y fomentar la solidaridad de los compradores.

"Esta publicación pretende dar respuesta a las inquietudes de todas aquellas consumidoras y consumidores que se cuestionan qué se esconde detrás de las etiquetas de las prendas de ropa que se acumulan en nuestros armarios", explica Setem Catalunya en el prólogo del libro, que busca alternativas que permitan reducir el consumo. "Necesitamos iniciativas productivas que nos permitan comprar la ropa que usamos sin sentirnos esclavos de las grandes firmas, de las que nos llegan desalentadoras noticias sobre impactos ambientales intolerables y explotación de personas". Sobre este último aspecto profundiza Sales, aportando datos e información. Porque, más allá de ofrecer claves "para huir de las esclavitudes de la industria", el libro ejerce, como indica su propio título, de guía.