El Festival Internacional de Benicàssim es un McDonalds: tiene productos de todos los tamaños. Sin embargo, las degustaciones musicales del festival están muy lejos de ser comida rápida. El FIB Heineken, que hoy inicia su edición número 14, ha logrado dar cuerpo a una filosofía que integra estrellas del pop, rock y electrónica del momento, ‘hypes’ (grupos de moda) de última hora, bandas vanguardistas, tótems de la música popular y grupos de culto. El Festival Internacional de Benicàssim también es el F.C. Barcelona. Los organizadores envían ojeadores a festivales por todo el planeta para encontrar nuevos grupos. Este año cazaron a Vincent Vincent, Calvin Harris o Mates of States. He aquí lo más destacado del Menú McFIB 2008:

Muchos dicen que no encaja, pero cantantes como Leonard Cohen cada vez son más habituales en el FIB. Es el gran nombre de este año, ya que lleva 15 años sin tocar en España y varias generaciones no le han visto nunca. La otra joya es My Bloody Valentine. Los autores del infinito Loveless, el gran disco de culto de los 90, regresan tras un parón de 17 años. Por último, Morrissey (que repite en Benicàssim), uno de los más idolatrados por el público del festival.

La apertura de miras del FIB cada vez es mayor. El cóctel de hip hop y soul electrónico de Gnarls Barkley ejerce de cabeza de cartel en la segunda jornada. Toda una apuesta para un festival que en su día se consagraba únicamente al pop y rock ‘indie’. La hinchada nacional del festival tiene a Enrique Morente y Lagartija Nick presentando Omega. Sigur Rós toca hoy de apertura

Esto es como Viaje al centro de la tierra: a medida que se desciende, la cosa se pone incluso más interesante. El viernes, noche tóxica con los Babyshambles de Pete Doherty, el travestismo góspel y acústico de Spiritualized y un grupo legendario, New York Dolls, iconos del glam y precursores del punk. El sábado Jack White actúa con The Raconteurs, su segundo grupo tras The White Stripes. Imprescindibles, el domingo, Justice y el pop sintético de Death Cab for Cutie.

No se despisten con la letra pequeña del cartel. Desde The National hasta Heavy Trash. Además, Calvin Harris (productor de Kylie Minogue) y Micah P. Hinson (una de las últimas grandes voces de la canción en EE UU).

El FIB ha sido muy criticado porque los grupos españoles han perdido mucho peso. Las causas son varias. Desde hace dos años, el festival trabaja con Vince Power, empresario musical británico por cuyas manos pasaron gigantes como Glastonbury o Reading. Además, cualquier que haya ido a Benicàssim en las dos últimas ediciones se habrá dado cuenta de que hay más público extranjero que español. Por último, el director del festival, José Morán, soltaba unas lapidarias declaraciones a la revista Rockdelux hace unas semanas: “En general, un grupo inglés está mucho más trabajado, mientras que aquí la gente ensaya muy, muy poquito, no cuida la imagen ni tiene un show, aunque, eso sí, quiere ser artista y tener éxito en muy poco tiempo”. Ahí queda eso. El dúo Single, El Hijo, La Casa Azul y Manos de Topo son algunas de las apuestas de este año. También El Guincho, a ver si defiende un directo que no acaba de brillar.

Este sí que no pega nada con el resto del cartel. Y es improbable que haya fans de Mika que se acerquen a Benicàssim sólo por verle. Su presencia en el cartel es toda una incógnita, lo mismo que la reacción del público.