Este artículo se publicó hace 14 años.
El Jesús de carne y hueso escandaliza a los obispos
La película 'El discípulo', de Emilio Ruiz Barrachina, se estrena hoy en toda España
A la Conferencia Episcopal no le ha gustado ver cómo vivió el Jesús de carne y hueso, el guía espiritual comprometido con la liberación política de Israel, el galileo que recurrió a las armas para expulsar a los romanos de su tierra, el joven que mantuvo unas relaciones tortuosas con su madre, el hombre que no fue Dios. El discípulo, presentada en el Festival de Cine de Málaga, muestra a Jesús desde una perspectiva histórica y científica. Hoy se estrena en toda España.
"[La película recoge] una vida de Jesús inventada que nada tiene que ver con el Jesús histórico de los Evangelios (...) Desdiviniza a Cristo", escribe Juan Orellana, director del Departamento de Cine de la Conferencia Episcopal, en una demoledora crítica recogida en la página web de los obispos. Según el director del film, Emilio Ruiz Barrachina, la tesis es la ruptura entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe. "Es la eterna discusión entre razón y fe que jamás tendrá un punto de encuentro", explica.
Antonio Piñero, uno de sus principales asesores, avala la obra y desmonta con datos la crítica de los obispos, a quienes invita a un debate público con los evangelios en la mano. "De las 1.300 veces que aparece la palabra Dios en el Nuevo Testamento, sólo en siete ocasiones se llama Dios a Jesús de manera directa. Y ninguna está en boca de Jesús", afirma Piñero, catedrático de la Complutense, especializado en Lengua y Literatura del Cristianismo Primitivo. Piñero insiste en que el Cristo que predica la Iglesia es una idealización del personaje después de su muerte, hasta que se llega a su divinización. "Si el Jesús histórico levantara la cabeza, sólo daría como verdaderas las tres primeras afirmaciones del Credo", zanja.
Religión y política, unidasEl discípulo , rodada en Baza (Granada) con un presupuesto de tres millones de euros, recoge los últimos días de Jesús el Nazareo -y no Nazareno-, llamado así porque era un guía espiritual, un nazir o nazareo. Discípulo de Juan el Bautista, el personaje, interpretado por Joel West, organiza el asalto al templo de Jerusalén. La religión y la política van unidas. De hecho, a un Pilatos encarnado por Juanjo Puigcorbé le irrita un pueblo tan independentista.
Lo único que no disgusta a la Conferencia Episcopal es la banda sonora. "Creo que se le ha pasado por alto la seguiriya que se canta cuando Jesús muere, cuya letra, escrita por Félix Grande, dice ‘María de Magdala, tú me hiciste un hombre' y que explica la película", ironiza Barrachina.
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