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La picha de Hitler en manos de Pedro Temboury

Se estrena hoy la última película del heredero del director de serie B Jesús Franco

S. B.

Los argumentos de Pedro Temboury (Málaga, 1971) son dignos de Mundo insólito: si en Kárate a muerte en Torremolinos la trama reunía a un calamar gigante, Jocántaro, a zombies karatekas y a surferos católicos, en su segundo delirio cinematográfico, que se estrenó este viernes, el asunto no es menor: La picha de Hitler aparece incorrupta en Berlín y un grupúsculo de skinheads intentará hacerse con ella para beneficio de un científico loco que quiere clonar al Führer. En Ellos robaron la picha de Hitler conviven el mito de Frankenstein con Torrente, Esteso y Top Secret. Tiembla Torremolinos. 

Temboury define la cinta así: 'Como si los goonies se raparan la cabeza, se pusieran a las órdenes de un científico loco y tuvieran que luchar con unas amazonas'. ¿Desvergonzado? Sí. Paciente también: después del relativo éxito de Kárate a muerte, conseguir la financiación para la siguiente no fue tan fácil. 'Esto es un cine punk. Es el hazlo tú mismo', dice quien costeó su segunda película con apenas 30.000 euros. Pero sobre todo, es 'un canto a la libertad cinematográfica'.

No lo esconde, lo suyo es la serie B, el gamberrismo con los géneros. Y su maestro, el gran Jesse Franco. Amigo y colaborador del director de más de 200 películas, Franco le ha devuelto el guiño y se ha marcado dos cameos estelares en Kárate a muerte y en Ellos robaron la picha de Hitler. 'De Jesús Franco aprendes todo el tiempo, no sólo técnica sino cómo hacer películas por dos duros', cuenta. 'Un día teníamos que pillar unas copas de Martini para el rodaje. Fui a comprarlas pero eran carísimas. Cuando volví sin nada, Jesse me gritó ‘¡No traes nada!' y me dijo: ‘Mira esto se hace así'. Fue a un bar y se las pidió prestadas al camarero un rato'. Maneras de afilar el ingenio.

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