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Premios Goya 2023 De las quince nominaciones y ningún premio de Almodóvar a los desplantes a Álex de la Iglesia: las mayores derrotas de los Goya

Todo gran director ha salido escaldado de los Premios Goya.

Pedro Almodóvar y Penélope Cruz durante la entrega del Goya de Honor a Cate Blanchett durante los Premios Goya 2022.
Pedro Almodóvar y Penélope Cruz durante la entrega del Goya de Honor a Cate Blanchett durante los Premios Goya 2022. JOSE JORDAN / AFP

Este sábado tienen lugar los Premios Goya 2023 donde As Bestas y Alcarràs competirán como principales favoritas en un certamen con grandes sorpresas como Cinco Lobitos, Cerdita o Los renglones torcidos de Dios. Pasa con cierta regularidad que alguna gran favorita se vaya de vacío en los premios más importantes de la noche o que aquellas que mejor han funcionado en taquilla no sean las elegidas por los académicos. 

Incluso Pedro Almodóvar ha tenido en varias ocasiones noches aciagas. O Alejandro Aménabar. O Fernando Trueba. Ganar un Premio Oscar no significa que los Goya se conviertan en un camino de rosas. 

Y hay quienes nunca salen de allí como vencedores. Ángela Molina, Jordi Mollà, Juan Diego Botto y Trisán Ulloa tienen el recórd de más nominaciones sin premio: 0 de 5. En los Premios Goya de este sábado, Botto con En los márgenes tiene la posibilidad de romper su mala racha. De lo contratario, liderará este ránking en solitario.

Las noches para olvidar de Pedro Almódovar

El director manchego ha coleccionado tantos éxitos que sus fracasos no hacen sangre, pero sin ir más lejos, en la edición de 2022 fue el más perjudicado por las votaciones finales. Su película Madres Paralelas, que obtuvo dos nominaciones a los Premios Oscar, aspiraba a ocho premios en los Goya y se fue de vacío. Ni siquiera Penélope Cruz, que había ganado en el Festival de Cine de Venecia logró evitar el cero. 2022 fue el año de El buen patrón, Maixabel y Las leyes de la frontera

Almodóvar es el director de la película con más nominaciones sin lograr un Goya

Sin embargo, Almodóvar ostenta un récord negativo aún imbatido. Es el director de la película con más nominaciones sin lograr un Goya. Fue Átame, que cosechó un 0 de 15. También es, por ser honestos, la persona que más premios Goya ha ganado en la historia: cuatro gracias a Mujeres al borde de un ataque de nerviosTodo sobre mi madreVolver Dolor y gloria.

La piel que habito hizo un 4 de 16, Los abrazos rotos un 1 de 5, Los amantes pasajeros solo recibió una nominación (a Mejor Diseño de Vestuario), Julieta hizo un 1 de 7. Su relación con la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas —institución que vota los Premios Goya— siempre ha sido conflictiva, y la prueba es que Hable Con Ella hizo un escueto 1 de 7 en los Goya de 2002 —solo ganó Mejor Música— pero ganó el Mejor Guion Original en los Premios Óscar por delante de Gangs of New York de Martin Scorsese o Y tu mamá también de Alfonso Cuarón. 

Colección de derrotas

Antonio de la Torre, pese a sus dos trofeos (por Azuloscurocasinegro y El Reino), sabe qué es irse vacío, puesto que ha estado nominado en otras 12 ediciones y no resultó ganador. La película que protagonizó en 2019, La trinchera infinita, sufrió un destino parecido: dos estatuillas de las 15 a las que aspiraba. Ese mismo año, Mientras dure la guerra —de Amenábar— hizo un sorprendente 5 de 17, sin ganar ninguno de los grandes premios de la noche. Pedro Almódovar y su Dolor y Gloria fueron los triunfadores de la gala.

Todos lo saben, la cinta de Asghar Farhadi protanizada por Javier Bardem, Penélope Cruz y Ricardo Darín, pese a estrenarse en Cannes, en los Goya de 2019 hizo un 0 de 8. Quién te cantará, el tercer largometraje de Carlos Vermut, un escaso 1 de 7. Ese fue el año de El Reino, con un 7 de 13. 

Una derrota parecida sufrió Grupo 7, la cinta de Alberto Rodríguez sobre las patrullas policiales y la preparación de Sevilla para la Expo de 1992: 2 premios de 16 nominaciones en 2013. Ese mismo año, El artista y la modelo, de Fernando Trueba, cosechó un 0 de 13, de las mayores derrotas sufridas en los Premios Goya. Pero el éxito internacional no significa tampoco triunfar en el certamen español. De hecho, El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, hizo un triste 2 de 9 pero ese año ganó a Mejor Película de Habla no Inglesa en los Premios Oscar. 

Daniel Sánchez Arévalo también ha conocido el éxito en taquilla pero la derrota en los Premios Goya. Fue con La gran familia española: 2 de 11 pese a recaudar casi 3 millones de euros en las salas de cine. La gran triunfadora de aquella noche fue Vivir es fácil con los ojos cerrados (6 de 7) de David Trueba, que unos años antes ya sufrió una tremenda derrota con su cinta Soldados de Salamina: 1 de 8 en favor de Te doy mis ojos de Icíar Bollaín, que con excepción de este aclamado largometraje, nunca ha recibido reconocimientos pese a su gran cantidad de nominaciones: 2 premios Goya de 15 nominaciones durante toda su carrera.

La turbia relación de Alex de la Iglesia con la Academia

Uno de los directores con mejor trayectoria nacional e internacional no casa especialmente bien con los Premios Goya, a pesar —o tal vez por eso— de haber sido presidente de la Academia. Su Balada triste de trompeta hizo un 2 de 14, pero en otras ocasiones grandes éxitos de taquilla no han tenido ninguna nominación. 

Alex de la Iglesia ha recibido 10 nominaciones a lo largo de su carrera y solo ha ganado una vez

Es el caso de Perfectos desconocidos, con 20 millones de euros facturados pero sin nominaciones a los Premios Goya. El Bar, con Blanca Suárez y Mario Casas, una única nominacion a Mejor Sonido; Mi gran noche, 0 de 4 en 2016; Las Brujas de Zugarramurdi sí tuvo buena acogida, con 8 premios de 10 nominaciones, aunque curiosamente, la cinta estaba nominada a todas las categorías tecnicas e interpretativas pero no a Mejor Película ni Mejor Dirección. 

En concreto, Álex de la Iglesia no suele brillar en las galas de premios. En el caso de los Premios Goya, él mismo ha recibido 10 nominaciones a lo largo de su carrera, y solo ha ganado una vez: fue a Mejor Dirección por El día de la bestia, la película protagoniada por Santiago Segura  y que supuso el despegar de su trayectoria.

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