La actriz estadounidense Shannen Doherty ha anunciado que tiene metástasis en el cerebro. En 2015 se le diagnosticó un cáncer de mama que remitió tras una operación y un tratamiento de quimioterapia. Cinco años después, en 2020, Doherty comunicó públicamente que su cáncer había regresado y que se encontraba en estadio IV, lo que se traduce en que el tumor se había diseminado a otros órganos del cuerpo.

"El 5 de enero, mi TAC mostró metástasis en mi cerebro". Doherty lo ha comunicado a través de una publicación en su cuenta de Instagram. Tumbada en una camilla con lágrimas en los ojos, la actriz ha confirmado que su "miedo es obvio". Con un vídeo en el que se muestra la primera ronda de radiación que recibió en enero, ha querido enseñar cómo luce realmente el cáncer.

"Ayer mostraba el proceso de ajuste de la máscara que se utiliza cuando te aplican radiación en el cerebro", ha añadido al pie de su publicación, aludiendo así a otro vídeo que subió hace un par de días. La estadounidense ha resaltado la confianza que tiene en su equipo de "excelentes" médicos, entre los que destaca el Dr. Amin Mirahdi, pero también que es "extremadamente claustrofóbica", una condición que no ayuda en este tipo de tratamientos.

Una trayectoria con impacto

La actriz, de 52 años, saltó a la fama como Brenda Walsh en la serie noventera Sensación de vivir. Poco después encarnó a una de las hermanas Halliwell en la serie Embrujadas, así como otros papeles destacados. En 2015 reveló su enfermedad a través de una entrevista para la revista People. Desde ese momento, la intérprete ha aprovechado sus redes sociales y su imagen pública para dar visibilidad a la enfermedad y a su tratamiento.

"Siento que tengo una responsabilidad en mi vida más pública, que separo de mi vida como actriz... hablar sobre el cáncer y tal vez educar más a la gente y hacerles saber que las personas con la etapa 4 están muy vivas y muy activas", reconoció en otra entrevista.

En 2017, con motivo del mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, publicó una imagen "muy personal" para ella en la que aparecía llorando mientras sostenía entre sus dos manos varios mechones de pelo. "He empezado la quimio", afirmó. 

Tras confirmar su enfermedad, Doherty comenzó una batalla legal contra la compañía Tanner Mainstain por haberle dejado sin seguro médico durante un año, lo que se tradujo en el cese de sus revisiones de salud periódicas. La posibilidad de detección del tumor con anterioridad fue el motivo que alegó para su denuncia. Finalmente, llegó a un acuerdo con la empresa.

Un año antes, en 2016, publicó una serie de imágenes en blanco y negro en las que aparecía con la cabeza rapada. En seis pasos, se la veía pasar de un gesto amargo junto a su madre a otro en el que aparecía más animada. En el bloque de fotografías, agradeció a aquellos que la habían acompañado en el camino.