MADRID.- Amazon acaba de dar un bocado (aún más grande) a la tarta de la producción y distribución cinematográfica. Nacido hace algo más de dos décadas como un portal de comercio, este gran bazar online se ha ido diversificando por países y sectores con el paso de los años. La empresa que surgió destinada al comercio de todo tipo de artículos, incluyendo películas y series en sus diversos formatos, hace tiempo que se interesó por el sector audiovisual. Su primera adquisición fue la popular base de datos IMDB, algo así como la ‘biblia del cine’. Desde hace unos años, y siguiendo la diversificación de otros portales, ha apostado por los contenidos propios para ofrecerlos directamente a sus usuarios. La series han sido su gran caballo de batalla hasta ahora. Algo que va a cambiar tras el reciente anuncio de su lanzamiento a la producción y distribución de películas para ser proyectadas en cines y, posteriormente, en su servicio Prime Instant Video.

Pero, ¿qué significa esto? ¿no lo hacía ya antes? Efectivamente, Amazon ya produce películas. Es más, actualmente cuenta con 14 proyectos en desarrollo que, según ha explicado el vicepresidente de Amazon Studios, Ray Price, no se verán afectados por esta nueva línea de mercado de la empresa. La novedad está en su idea por comprar contenidos originales que serán estrenados en cine, primero, para llegar después, poco después, a su servicio Premium de VOD. La idea, según ha explicado Amazon a través de un comunicado, es estrenar 12 películas por año desde 2015 que se moverán en un presupuesto cada una de entre los cinco y los 25 millones de dólares.

La gran novedad, lo que en principio atraerá más usuarios a su plataforma de contenidos audiovisuales (léanse series y película), es el hecho de que no habrá que esperar mucho entre el estreno en salas y su desembarco en Internet. Actualmente una película puede tardar entre 39 y 52 semanas, pero Amazon promete que esta docena de títulos estarán disponibles entre cuatro y ocho semanas después de su estreno tradicional. Esto solo pueden hacerlo con contenidos propios, ya que las distribuidoras y productoras tradicionales no están dispuestas, al igual que las salas, a que los tiempos entre una y otra forma de exhibición se acorten tanto.

Es decir, a la pregunta ¿qué significa la incursión de Amazon en las salas? Tres son las respuestas posibles y no incompatibles: más oferta, más competencia y tiempos más cortos entre formatos de distribución. El objetivo de Amazon es situarse al nivel de otras plataformas como Hulu, la alianza entre NBC, FOX y ABC, y Netflix. Aunque la primera fue la pionera en lanzar una serie propia, quien realmente ha triunfado ha sido Netflix gracias al éxito cosechado por House of Cards, con unos Kevin Spacey y Robin Wright impecables como un matrimonio sin escrúpulos dispuesto a todo para ascender lo más alto posible. Sin olvidar el retrato de la vida carcelaria con mucho humor negro que es Orange Is the New Black.

A Amazon le falta un éxito de este calibre, pero está en ello. Transparent es una jugada que les ha salido muy bien. Galardonada recientemente con dos Globos de Oro (Comedia y actor para Jeffrey Tambor), es una seña más de que el modelo de negocio está cambiando hacia la diversificación y la multiplicidad de ofertas y canales. Seguir las series de manera semanal sigue siendo lo más común, pero en plataformas como Netflix y Amazon el internauta/espectador tiene toda la temporada completa el día de su estreno gestionando así él mismo la cantidad de episodios que quiere verse en cada momento. Algo que, dado el nivel actual de demanda y adicción a las series, es un mercado muy atractivo al que sacarle provecho. En esa línea se sitúa el gran fichaje anunciado hace unos días por Amazon. Woody Allen ha llegado a un acuerdo con la compañía para dirigir y escribir la que será su primera serie.

Ahora le ha llegado el turno de apostar un poco más fuerte por el cine y, según han explicado desde la compañía, no se centrarán en la comedia como hicieron en un principio con las series, sino que la idea es abarcar proyectos distintos y variados sin apostar por una línea marcada. Algo que también están haciendo en series. No en vano, el próximo 15 de febrero estrenará su primer drama en serie, Bosch.