Público
Público

"He cambiado mi forma de ser y la moto lo nota"

Su rebeldía aparece parapetada en un nuevo discurso más maduro. Asegura que es un hombre y un piloto nuevo, y en Jerez volverá a demostrarlo.

MIGUEL ALBA

El tono reflexivo preside cada una de sus respuestas. Tras cada silencio, Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1987) destila cautela para evitar ser un líder efímero. 'Esto no ha hecho más que empezar', asegura. Ayer, en los libres dominados por Rossi, fue cuarto.

'Estoy trabajando en mi forma de pilotar'. ¿Qué hay detrás de esa frase?

Básicamente, estoy cambiando mi forma de pilotar para adaptarla a los Bridgestone. He tenido que cambiar completamente mi forma de frenar y trazar las curvas porque con los Michelin se hacía de una manera y con los Bridgestone, de otra. Todavía no he alcanzado la perfección de mi pilotaje con estas nuevas gomas.

¿Cómo es su nueva técnica?

Adecuada a las nuevas gomas. Bridgestone tiene un neumático delantero muy bueno que te permite frenar mucho más tarde y, además, seguir frenando cuando con los Michelin tenías que soltar la maneta. He tenido que modificar mi pilotaje en pista y me ha costado bastante. Mi cerebro estaba adaptado a una serie de rutinas que aprendió a lo largo del año pasado y he tenido que cambiarlas en poco tiempo. Eso me ha resultado muy complicado porque mi cerebro estaba educado para conducir de otra manera.

Si digo que en Motegi se empezó a gestar el relevo en MotoGP, exagero.

Bueno, he aprendido que en esta vida no hay que descartar a nadie, y menos a un piloto que ganó casi 100 carreras y que todavía es relativamente joven. Puede que Valentino no esté en plena ascensión, pero mantiene un nivel muy alto.

¿Quién es el mejor antídoto de Rossi?

No pongo nombres, sólo una condición: rodar más rápido que él. Si ruedas en sus tiempos, olvídate de ganarle.

¿Cree que Rossi ha llegado a su techo?

No lo diría así. Valentino tiene menos margen que un piloto más joven, eso es ley de vida.

¿De qué sirve ser líder de MotoGP ahora mismo?

Sirve de poco. Sirve para reivindicar que lo has hecho bien en las dos primeras carreras y que nos has perdido puntos de los que luego te puedes acordar. No sirve de más. Quien piense lo contrario, se engaña.

¿El Mundial monogoma va a provocar muchos cambios de líderes a lo largo del año?

No sé si va a haber mucho baile, lo que está claro es que el neumático único va a ayudar a que existan más pilotos que entren en la pelea y eso es bueno para todos. El año pasado, los que calzábamos Michelin no tuvimos opciones en las últimas carreras. Situaciones como esas no benefician a nadie. De todas maneras, tampoco creo que ahora las carreras vayan a ser más igualadas. Por ejemplo, los cuatro favoritos, que somos Pedrosa, Rossi, Stoner y yo mismo, somos pilotos que cuando vamos rápido, mantenemos ese ritmo durante toda la carrera y eso se lo pone muy difícil al resto.

¿A qué teme?

A la mala suerte, porque existe, a caerme de manera injusta, a que se rompa la moto. En definitiva, a las cosas que se escapan a mi control. Esta temporada mi objetivo es ser más rápido con menos riesgo y creo que lo estoy consiguiendo. Si no suceden cosas extrañas, la regularidad que el año pasado no tenía la tendré este año.

¿Es más maduro o menos kamikaze?

Es una mezcla de ambas cosas. Hay que ser muy rápido, pero con poco riesgo. Al principio, cuando eres novato, eres rápido, pero con mucho riesgo. Eres igual de rápido que un piloto con experiencia, pero este se cae menos que tú porque conoce más la categoría y la moto. Si hablamos de velocidad y rapidez, no mejoraré mucho respecto al año pasado, pero sí lo haré en cuanto a regularidad y saber gestionar cuáles son los momentos de arriesgar y cuáles los que conformarte con una posición.

¿Qué ha cambiado en su estructura para que Lorenzo sea más maduro?

Más que un cambio, ha sido instaurar una dinámica diferente. Me di cuenta de que el trabajo no da sus frutos el primer día, pero que, a la larga, sí lo hace. Eso me motiva para seguir trabajando fuera de las pistas para luego ser mejor encima de la moto. Este año he cambiado mi manera de ser y mi manera de entrenar y eso se ve reflejado en la pista.

¿El año pasado, cuando entró en esa dinámica de caídas fuertes, llegó a estar desquiciado?

Desquiciado nunca he estado. Es cierto que cuando me suceden cosas negativas, el primer impulso es destrozarlo todo. En ese momento, cuando estás muy enfadado, dices cosas que, habitualmente, nunca las dirías. Después, pasé una etapa de miedo a la moto porque sólo veía caídas y dolor en las últimas cinco carreras. Cuando ves que tu pasado es negro, no ves con mucho optimismo el futuro. Superé el miedo dejando pasar el tiempo y dándome cuenta que tenía que acabar esas carreras para poder coger confianza y saber que si tienes todo bajo control, es difícil caerte.

¿Se arrepiente de algo?

No, no me arrepiento de nada. Si cualquier persona empezara a mirar a su pasado y reflexionar sobre las cosas que ha hecho mal, seguro que cambiaría cientos de cosas.

¿Uno tiene más amigos en el paddock cuando no está en la pelea por el título?

No tiene por qué. Depende de cada persona. Hay personas sociables que tienen don de gente y para ellos es fácil hacer amigos. Yo no soy ni antisocial ni extremadamente sociable, me considero normal. Lo que sí es cierto es que he aprendido, por mis malas experiencias en el pasado, a elegir bien a mis amigos. He sufrido por personas que pensaban que eran mis amigos y que, al final, sólo estaban cerca de mí por interés.

¿Se puede meter en ese saco a Dani Amatriain, su ex mánager?

Yo no soy una persona a la que le gusta criticar ni hablar mal de las personas, aunque ya no estés con ella, que me hayan podido ayudar en algún momento. Él puso parte de su vida en ayudarme. Me consiguió siempre buenas motos, buenos equipos y conseguimos títulos mundiales juntos. Pero, en ocasiones, para mejorar en la vida, tienes que dar un cambio. Pienso que era la decisión que tenía que tomar y ha sido la correcta. Ahora estoy mejor, no te voy a engañar.

¿Cómo reaccionaría Amatriain si fuera campeón?

Pienso que me llamaría para felicitarme.

¿Qué adoptaría de Nadal para ser aún mejor?

Casi todo. No le conozco personalmente muchísimo, pero es un deportista que tiene su imagen limpia. Lo malo que tiene es que gana demasiado y eso terminará aburriendo a la gente.

¿Rossi, en el motociclismo, es el equivalente a Nadal?

No sé si decirlo así. Es cierto que tienen inicios paralelos. Valentino también ganó su primer título muy joven, con 21 años. Pero Nadal, para igualar la trayectoria de Valentino, tiene que estar el equivalente a ocho títulos como número uno y eso es complicado.

¿Qué va a decidir este año el Mundial?

Aún es muy pronto para hablar sobre ello, pero sí estoy convencido de que si no suceden cosas extrañas, como caídas o problemas con la moto, este año se tardará más que nunca en decidir el título. Espero que haya más pilotos luchando por el campeonato que el año pasado.

¿Cuándo se empieza a correr con las matemáticas en la cabeza?

La única carrera que corrí con la calculadora me salió fatal. Fue en Estoril en 2006. A partir de entonces, no he vuelto a hacerle caso a la calculadora. Lo que sí es cierto es que, en situaciones de ganar un título, arriesgas menos en una frenada. Te guardas un tanto por ciento menos de riesgo. Aquí en las motos, cuando tienes todo bajo control, es que algo va mal. Siempre tienes que arriesgar e ir al límite porque es tan poca la diferencia entre los pilotos que, cuando no vas al límite y te relajas, no consigues resultados.

Sin la lesión de Pedrosa, ¿el dibujo de la clasificación sería otro?

Posiblemente, porque, en Qatar, Pedrosa hubiera estado más adelante de no estar lesionado. Aunque se dice lo contrario, yo veo bien a las Honda. Se están mostrando competitivas porque, de lo contrario, Dovizioso no habría quedado quinto ni Pedrosa, tercero.

Parece que se están sucediendo guiños entre Pedrosa y usted. En Motegi, él le felicitó. ¿El acercamiento es ahora más cercano?

No lo sé; por encima de todo, el respeto es lo más importante y eso es lo que cuenta. Tenemos que llegar a una situación en la que no hagamos declaraciones negativas el uno del otro. Tampoco es necesario que seamos amigos y nos vayamos a tomar algo juntos. Con respeto y educación, todo irá bien.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?