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El Almería se hace grande

Los de Oltra alcanzan las semifinales de Copa por primera vez en su historia

MARIO LEIS

 

El Almería jugará la semifinal de la Copa del Rey por primera vez en su historia. El equipo de Oltra no sólo conservó el resultado del partido de ida, sino que ganó con autoridad en Riazor ante un Deportivo que ninguneó el torneo y lo pagó caro.

En el inesperado intercambio de los primeros minutos sorprendió primero el Depor, con un remate de Manuel Pablo al larguero. Pero, a partir de ahí, fue el Almería el que marcó el paso hasta dejar sentenciada la eliminatoria en dos minutos. El buen fútbol y la superioridad del equipo de Oltra se tradujo en un disparo de Goitom al poste y en la precisa confección de la jugada del primer tanto. Al toque, el balón profundo lo alcanzó Míchel en un desmarque larguísimo y la puso atrás para que Corona la enjaulase perfecta.

Lejos de rilarse y defender una renta casi segura, el Almería fue otra vez a la contra y Crusat volvió a agujerear a Manu. En menos de 20 minutos, los andaluces se acercaban a la semifinal de Copa. El partido impensable para Oltra por su comodidad y poca exigencia.

La oscuridad del Depor encendió a los pocos fieles que acuden a Riazor incapaces de digerir la falta de fútbol de su equipo. El experimento de Lotina, derrotado casi de antemano con el discurso victimista de unas posibles semifinales ante el Barça, se cayó con estrépito. Tres medios centros y medio delantero, porque Lassad siempre ha jugado de media punta, no es un mensaje de remontada y es casi seguro que ni Riazor ni Lendoiro se lo perdonen.

Valerón, que ha quedado para comerse marrones, no veía ni tenía ninguna opción por delante para poner un pase, para jugarla o para tirar una pared. Sólo Pablo Álvarez, otro eterno suplente del técnico, se le ofrecía, tiraba algún desmarque y aceleraba. Así forzó el penalti.

Nada más empezar la segunda parte Lotina optó por la lógica y rescató a Adrián, su mejor y casi único delantero, y eliminó un medio centro. El asturiano le puso algo de picante al partido enchufando de cabeza el primer balón que tocó, pero la remota posibilidad de remontar la eliminatoria la cortó Iturralde a los dos minutos pitando un penalti por mano de Rubén que entonces sí ponía al Almería enfrente del Barcelona la próxima semana.

Con media hora por delante y con una cima inalcanzable para los coruñeses, el partido se pinchó. Al equipo de Oltra le llegó con juntarse, mantener el orden y salir a la contra. El Depor se mantuvo entero, lanzando latigazos sin remate. Y cuando la grada enfocaba su frustración hacia Lotina, el técnico la desvió jugando la carta del sentimiento forzando el debut del juvenil Iago.

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