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Alonso va en serio

El paddock es consciente de que está de vuelta, tras su tercer tiempo por méritos propios

VÍCTOR SEARA

La difícil carrera de Mclaren y BMW

La mejoría del Renault dificultará su rendimiento

Los rivales lo saben y se van a cuidar. El sentimiento de sorpresa de ver repetidamente a Fernando Alonso en los puestos de vanguardia con el Renault R28 ha dejado paso a una creciente preocupación por parte de los rivales directos del asturiano. Esta claro que en Magny-Cours, tanto McLaren como BMW tienen una carrera difícil. Además, ven, sobre todo después de lo hecho por el asturiano en la clasificación de ayer, que Fernando puede estar allí arriba con ellos e incluso por delante de ellos. Ya no son los RedBull, Williams o Toyota los que circulan cerca de ellos. Y lo llamativo es que cada vez Fernando lo hace con mayor soltura y sin arriesgar en estrategias complicadas. Ya había sido cuarto en Canadá y ayer volvió a repetirlo. Ahora, lo que más necesita Fernando es acabar en los puntos. Habrá que ver si en la carrera puede confirmarlo. Lo de Ferrari será un tema entre ellos. Con los escalones más altos del podio sin discusión, se abre una puerta para ocupar la última plaza del cajón, a no ser que la carrera deje alguno de los coches italianos sin opciones. La debacle de McLaren ha sido total.

A la penalización de Hamilton, se sumó ayer la de Kovalainen, que perderá cinco puestos en la parrilla por haber obstaculizado a Webber en su vuelta rápida. Los coches plateados tienen una carrera de recuperación, por lo tanto, menos acoso para Alonso. Lo mismo sucede con los BMW, últimos ganadores de la F1. Ni Kubica ni Heidfeld han terminado de sentirse a gusto en todo el fin de semana. La clasificación de ayer fue una buena prueba de ello. También saldrán detrás de Alonso. El asturiano estaba muy satisfecho después de la clasificación. Aseguró que hacer una locura en los primeros metros de carrera no entra en absoluto en sus planes, porque sabe que los Ferrari van a hacer su propio Gran Premio. Si no tiene una oportunidad muy clara, ni siquiera va a arriesgar a adelantarles, aunque cualquiera de ellos salga rematadamente mal. Su objetivo es el tercer puesto. Lograrlo sería un resultado excelente que preocuparía mucho a McLaren y BMW. Si lo hace y continúa en esta línea, quizás decida que cambiar de aires para el año que viene no sea el más acertado de sus planes.

A vueltas con el España-Italia de la Eurocopa

Una vez se termine el GP de Francia, todo está preparado para el otro gran evento del fin de semana: el España-Italia de esta noche. La plantilla del equipo Ferrari, que tenía preparado un vuelo chárter que iba a salir a las 20 horas de hoy, ha logrado posponer indefinidamente el arranque del aparato, reservando de forma exclusiva el restaurante del aeropuerto y poder ver con tranquilidad el partido. Hasta que no haya semifinalista, no habrá vuelo. Por su parte, los periodistas españoles enviados a Magny-Cours no lo van a tener fácil, ya que la mayoría deberá ir hacia Paris por la noche. Lo mismo para Fernando Alonso, que deberá elaborar muy bien su plan de salida del circuito para poder encontrar el sitio adecuado para ver el choque. Sobre este asunto, Fernando también tiene su porra. “Vamos a ganar, seguro. Además, así lo deseo porque quiero seguir vacilando a los ingenieros y demás personal del equipo. Va a ser realmente divertido”.

La huelga fue un rumor

El supuesto fantasma de una huelga para el próximo GP de Gran Bretaña ha hecho que la preocupación crezca en Bernie Ecclestone, quien ya tuvo que lidiar con este tipo de temas algunas veces en sus varias décadas de F1. Sin embargo, ese tema ha quedado claro: los pilotos no pretendían hacer huelga alguna. Sólo fue un rumor que se fue extendiendo poco a poco. Pero ante tal problema, el jefazo de la F1 se reunió con todos ellos ayer en Magny-Cours para dejarles claro que ese tema no puede ir a buen puerto, al menos mientras le este al mando del negocio. En la Historia de la F1, todos los intentos anteriores fueron rápidamente disuadidos hábilmente por Ecclestone, que no entiende mucho de sindicatos.

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